¡Cójale la fruta y no solo la caña!

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Las cifras son avasalladoras: mientras que el mercado mundial de la fruta pasó de U$80 billones en 2008 a casi U$ 99 billones en 2012, el de azúcar es de U$ 16 millones. En lo laboral las cifras son igual de contundentes y desiguales: por cada hectárea sembrada de piña se produce un empleo y en el caso de la caña, por cada 30 hectáreas se genera uno. Para la producción de fresa, por hectárea, se crean de 10 a 15 empleos y con el limón, es uno a uno. La rentabilidad también es muy superior: mientras que el producido de una hectárea de caña de azúcar está alrededor de U$200 dólares, el de una hectárea de piña está en el orden de U$500 dólares.

Chile solo necesitó 200 mil hectáreas para liderar el mercado de exportación de frutas en Latinoamérica. En el orden nacional, en Valle del Cauca, ya se ha destinado 32 mil a cultivar fruta y hay 10 mil listas para reutilizar. Hay un panorama que vale la pena examinar: en el valle geográfico -que inicia en el Cauca, pasa por el Valle y termina en Risaralda. Un área bordeada por el río Cauca- hay 250 mil hectáreas sembradas con caña. Allí hay un enorme espacio de tierra que podría ser evaluado para el cultivo de fruta.

Con esto no quiero decir que se tenga que sustituir todos los terrenos de caña, pero sí tantear el terreno de los lugares que no brindan las productividades requeridas. Este desafío ya lo están convirtiendo en oportunidad con aspiración y decisión de conquistar mercados globales y usando a la innovación como factor determinante.

Lo bonito del giro hacia la fruta es que hay una oportunidad de ganar para todo tipo de productores. No solo los grandes latifundistas, dueños tradicionales de ingenios, están incursionando en el negocio y creando más empleos rurales, también hay esfuerzos que agrupan a productores más pequeños y están buscando otros modelos de negocio que no solo les generen ingresos a los productores, sino que los vuelva jugadores de este negocio mundial en crecimiento.

Dos buenos ejemplos son Olmue y Fructificar en la fruta en Valle. Para ellos, los estudios ratifican que la piña, la fresa, el mango, el melón y el aguacate Hass tienen gran potencial para crecer.

Bengala Agrícola, del grupo Riopaila-Castilla, ha sido capaz de derribar gran parte de las barreras culturales de la región. En Pradera la piña MD2 desplazó por completo a la caña de azúcar. Es la primera finca que se destina toda al cultivo de la piña. El primer colino se sembró el 18 de agosto del 2012 y después de 15 meses emprendió cosecha. Han sembrado 100 hectáreas: 57 en El Manantial y las restantes en Potrerillo. Este año esperan alcanzar 200 hectáreas y para el 2015 tienen presupuestado alcanzar las 500 hectáreas. De hecho, ya están atendiendo supermercados de cadena. Los ingenios Manuelita, Mayagüez y Pichichí han manifestado interés en invertir y están haciendo sus primeros pinitos.

El desafío es grande. Pasa por cambio de mentalidad, por la delicada tarea de hallar la forma de producción y comercialización que nos haga competitivos localmente y nivel mundial, con un mayor grado de complejidad y sofisticación. Así que desde iNNpulsa Colombia y por decisión de varios actores de la región, apostamos a plantear la Ruta Competitiva de fruta fresca, que, con más de 290 empresas participantes, busca aprovechar la cadena y consolidación de modelos agroexportadores competitivos. ¡Ojalá a esta nueva ruta de fruta le cojan la caña!

Credito
CATALINA ORTIZ LALINDE

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