Luego de que la Corte Constitucional le dio su respaldo al llamado a la ciudadanía, para que mediante el mecanismo del plebiscito, decida si acepta o no el acuerdo de paz que firmen el Gobierno y las Farc, como lo anhelan amplios sectores de opinión, para que la paz se abra camino a partir de la aprobación popular del acuerdo, se deben cumplir algunos pasos que implica el desarrollo del proceso electoral.
Primero que todo, se debe tener el Acuerdo de Paz firmado, el Presidente debe notificar al Congreso su propósito de convocar el plebiscito y al mismo tiempo dar a conocer los contenidos de lo acordado. Con estos precedentes, el Legislativo deberá responder a la convocatoria, para lo que se da por hecho que habrá una respuesta afirmativa, dadas las mayorías cercanas al proceso en dicha corporación.
Surge un aspecto crucial, la pregunta que se formulará a los ciudadanos, asunto que no es de poca monta, pues el elector debe entender claramente el asunto que se le está preguntando; el cuestionamiento tampoco debe ser un texto tan largo o complejo, que por serlo, resulte desmotivador para las personas, ni menos, inducir en ningún sentido su respuesta. La pregunta deberá tener la objetividad y sencillez requeridas, para que el votante se sienta inclinado a partir de ella, a participar por la vía electoral, en la búsqueda de la reconciliación entre los colombianos.
Pero, definitivamente la campaña constituye un paso esencial, para que la participación ciudadana sea útil y legitime de verdad el acuerdo. Deben tener similares recursos de comunicación e intercambio con los votantes, los dos grupos de activismo, el del sí y el del no. Además, deben existir suficientes elementos explicativos del contenido del Acuerdo de Paz, centrados en ideas sencillas, que acerquen a los colombianos a su entendimiento integral, para que, luego de la libre decisión ciudadana, este sea validado y acreditado su obligatorio cumplimiento, en caso de que triunfe el sí, o, negado por el elector primario, si se impone el no.
Al margen de que el sometimiento del Acuerdo de paz con las Farc al arbitrio de los ciudadanos, se había podido evitar, si el Presidente acoge sus prerrogativas en la materia, también es cierto, que esta consulta va a servir para fortalecer la democracia y la paz acordada, en el largo plazo.
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