Las cabañuelas presagian grandes tormentas en 2017

Columnista Invitado

Desde tiempos inmemoriales nuestros campesinos llaman cabañuelas al pronóstico del clima relacionando lo que pasa el primer día del año con lo que ha de suceder en enero, el segundo día con febrero y así sucesivamente hasta diciembre, sin embargo, como los efectos del cambio climático han deteriorado los ciclos normales de la naturaleza, dicen que ya no hay cabañuelas que valgan porque el tiempo anda extraviado haciendo tantos daños como el mismísimo gobierno.

Se pueden observar fácilmente nubarrones en el cielo. El año 2017 empezó con la Reforma Tributaria, cuya aprobación se logró con el voto traidor de todos los congresistas santandereanos, para incrementar el IVA en tres puntos equivalentes a un alza del 18.75%, mientras el salario mínimo escasamente subió un 7%.

Lloverá con granizo, habrá rayos y truenos en todo el país contra esa Reforma, contra la privatización de las empresas públicas, contra la entrega de las riquezas minerales a multinacionales que envenenan las aguas, destruyen la naturaleza y pagan menos impuestos que cualquiera, contra el aniquilamiento de la producción agropecuaria e industrial como consecuencia de la importación de todo lo que se puede producir con capital y mano de obra local, contra el pésimo sistema de salud, de educación, de transporte y demás servicios por los cuales Colombia es calificado como uno de los países más atrasados e inequitativos del mundo.

Las ilusiones y alegrías que nos trajeron Navidad y Año Nuevo concluyeron con la llegada de los Reyes Magos que celebramos con paseos al río o echando las últimas canas al aire frente al mar. A partir de hoy aterrizamos en el verdadero pesebre nacional, cuya realidad pretende ocultar el gobierno saturando la opinión con el tema del cumplimiento a la guerrilla y solo a ella.

Pero los primeros síntomas del año sumados a la indignación acumulada que viene desde mucho tiempo atrás, son las cabañuelas de un clima nuevo de unidad de las amplias mayorías para rechazar la política tradicional y producir los cambios democráticos que tanto hemos soñado.

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