Un nuevo doctor formado en nuestro terruño

Columnista Invitado

La formación doctoral de los colombianos debe ser una política importante y estratégica para el desarrollo científico del país. La calidad de la educación y la competitividad dependen, en gran medida, de esta formación. Corea del Sur y Singapur, hace tres décadas tenían un nivel similar al de Colombia. Sin embargo, sus economías, actualmente, superan a la colombiana, gracias a una política sostenida de formación científica.

Indicadores nacionales sobre formación científica como el número de personas con formación doctoral por millón de habitantes, el de profesores universitarios con título doctoral y el de programas de doctorado, reflejan que Colombia está rezagada a nivel latinoamericano y mundial en estos procesos.

Entre 2005 y 2014 se doctoraron 2.093 personas en el país. Esta cifra contrasta con la de naciones donde, en un año, superan lo logrado en Colombia en una década. Por ejemplo, en Estados Unidos, Brasil y México se graduaron 48.069, 11.368 y 2.724 doctores, respectivamente, en el 2010.

En un estudio reciente de Orlando Acosta y Jorge Celis de la Universidad Nacional se concluye que el panorama sobre el número de doctores por millón de habitantes es triste: Brasil gradúa anualmente 63; México, 24; Chile, 23; Argentina, 23; y Colombia, 5.

Por otra parte, Portugal, España, Estados Unidos, Australia y el Reino Unido, gradúan cada año 152, 173, 156, 240, y 259 doctores por millón de habitantes, respectivamente. En Estados Unidos se graduaban 20 por millón de habitantes, en 1930.

En este mismo estudio se menciona que hace más de una década, en Brasil y en Chile el 30% y el 14,4% de los docentes universitarios, respectivamente, tenían título de doctor. Actualmente, el cuerpo docente con título doctoral en las universidades Nacional y de los Andes es casi el 40.48% y el 64%, respectivamente, mientras que, en la Universidad de São Paulo, es de 99,7%.

Las cifras son más escalofriantes en las regiones. En la Universidad del Tolima, alrededor del 20% de los profesores de planta tiene título doctoral y de los casi 270 programas doctorales que hay en Colombia, la mayoría se ofertan en Bogotá, Medellín y Cali. En nuestro departamento sólo se ofertan cinco: todos en la Universidad del Tolima.

Mientras que en Estados Unidos el primer doctor se tituló en 1861, el primer doctor “made in Tolima” se graduó en 2011. El pasado 22 de septiembre, se otorgó, en la Universidad del Tolima, el primer título de Doctor en Planificación y Manejo Ambiental de Cuencas Hidrográficas. Luis Eduardo Peña pasará a la historia como el primer graduado de este doctorado, único en Colombia. Además, obtendrá doble titulación con la Universidad Politécnica de Valencia donde realizó una pasantía.

Con su tesis ‘Escalamiento de propiedades hidráulicas del suelo en el régimen de crecidas a escala de cuenca: aplicación en la cuenca del río Combeima’, hizo un aporte importante a la región. De su investigación publicó dos artículos en las revistas internacionales Journal of Hydrology y Flow Measurement and Instrumentation, homologadas por Colciencias en categoría A1.

Antes de Luis Eduardo, 13 personas recibieron el título de doctor en nuestro terruño: 12 de ellos en Ciencias de la Educación y uno en Ciencias Biomédicas. Ante estas cifras, debemos llenarnos de júbilo y orgullo cada vez que se doctore a alguien en una institución tolimense.

El camino de la formación doctoral es, como en Itaca, “… largo, rico en experiencias, en conocimiento…”. Felicitaciones a Luis Eduardo y a sus directores de tesis, profesores Miguel Barrios y Félix Francés de las Universidades del Tolima y Politécnica de Valencia, respectivamente, y a los otros 13 doctores formados en el Tolima. Gracias por ser pioneros recorriendo el quijotesco camino hacia Itaca.

PROFESOR UT

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