Marta Lucía, candidata de la derecha

Columnista Invitado

A seis meses de las elecciones presidenciales el panorama de los candidatos definitivos aún no es claro. Vargas Lleras, anda tratando de recuperarse de su gran bajón en las encuestas entregando esta semana más de cuatro millones de firmas recogidas.

La izquierda dividida entre Petro, Clara López, Timochenko, Claudia López, Robledo, Fajardo y De La Calle, tendrá que replantearse. Creo que la pelea por ese lado estará entre Fajardo y Petro. Es claro que los liberales no llegarán a la segunda vuelta con el pobre resultado de la consulta, pero podría ser determinante para apoyar al candidato que pase, o inclusive, para negociar la vicepresidencia, algo poco probable.

La errada estrategia de Juan Manuel Santos y sus áulicos de permitir que Timochenko sea candidato le saldrá muy cara. La polarización generada por la amenaza para Colombia con la candidatura de Petro aumentará con la de Timochenko. La gente indignada hará que esté más cerca la antes impensable posibilidad que pasen a segunda vuelta Vargas Lleras y el candidato de la alianza entre el Centro Democrático y Pastrana. Ambos de derecha.

Sobre la alianza entre el Centro Democrático y Pastrana, que incluyen a Alejandro Ordóñez y a Marta Lucía Ramírez, debo decir que la estrategia de este grupo para ganar la presidencia debe partir de una gran cesión por parte de Álvaro Uribe Vélez y su partido. Esto es, consolidar esa alianza en cabeza de Marta Lucía Ramírez, persona digna, decente, capaz, proba como pueden ser también los candidatos del Centro Democrático, pero con un valor agregado: Marta Lucía, además de no tener señalamientos y tener más reconocimiento en la ciudadanía, es la mejor preparada y con mayor experiencia de todos los candidatos de ese grupo para llegar a la presidencia. Asegurando además el voto de la base conservadora.

No se pueden ignorar los dos millones de votos que obtuvo en las elecciones pasadas, en contra de la misma maquinaria oficial del Partido Conservador, que apoyó a Santos. No se pueden negar sus postulados claros e inequívocos en favor de la propiedad privada, la seguridad y el valor de la familia. Tampoco su consistente posición contra los acuerdos entre Santos y las Farc, la malograda JEP, la política económica del gobierno y la solidaridad permanente con el pueblo de Venezuela bajo el régimen de Maduro. Régimen del que Colombia no estaría lejos si llegara un Petro o Timochenko a la presidencia.

Uribe y su equipo, pueden confiar en ella, quien cuando fue su ministra de defensa demostró lealtad, compromiso, capacidad y carácter. Sin duda, la fórmula vicepresidencial sería muy buena con cualquiera de los demás candidatos del Centro Democrático, lo que lograría una coalición totalmente ganadora. De no ser así, dudo que se logre consolidar la alianza hasta las bases populares, cansadas y desilusionadas de la politiquería y la inoperancia estatal.

La gente necesita un mensaje claro y contundente para evitar que Colombia siga por el triste camino por el que nos ha llevado Juan Manuel Santos, quien tiene sus cartas listas: Fajardo y De la Calle. Colombia no quiere continuismo. En ese sentido, las condiciones están dadas para pensar que el momento de Marta Lucía es ahora o nunca.

Consultor Empresarial

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