No más muertes de lideresas y líderes sociales

Columnista Invitado

Gran dolor e indignación produce ver las cifras que corroboran la escalada de terror y muerte en contra de las lideresas y líderes sociales y los defensores de derechos humanos (DD.HH.); según cifras del Instituto de Estudios para la Paz y el Desarrollo, Indepaz, actualizadas a 5 de julio, en lo corrido del año van 123 asesinatos, aunque una sola muerte es suficiente para causar nuestro estupor, y en donde la pregunta obligada es: ¿quiénes los están matando?, ¿a quiénes convienen las muertes y a qué intereses soterrados obedecen?

El representante de la ONU para los DD.HH. en Colombia, Alberto Brunori, afirma que las investigaciones deben llegar más allá de los autores materiales a las estructuras criminales, y así evitar la impunidad. En este año, la ONU ha reconocido 33 asesinatos y tiene 39 casos en verificación.

Los móviles de los asesinatos son variopintos, con la complicidad de la impunidad: la defensa de la tierra, el territorio y los recursos naturales (según Indepaz, este tipo de conflicto representa el 83,19% de los asesinatos en 2018), en donde la política de restitución de tierras merece un capítulo especial (por ejemplo, en los últimos años han muerto 20 reclamantes de tierra en el Urabá antioqueño); apartar comunidades de los programas de sustitución de cultivos ilícitos, la oposición a megaproyectos, denuncias sobre actos de ilegalidad contra la administración pública y sobre la irrupción de nuevos grupos ilegales.

El pasado viernes en todo el país, se llevó a cabo la “Velatón” en honor a las víctimas, bajo la consigna “nos están matando”.

El MCC se une a este clamor ciudadano para exigir que cesen las muertes de los líderes sociales y defensores de DD.HH., la protección de sus derechos empezando por el derecho a la vida, y solicitar al Gobierno entrante dar prioridad en su agenda a ello, pues urge detener estas “masacres a cuenta gotas”.

@ersalah1

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