Como politólogo de la Universidad de los Andes, no aspiro ni mucho menos, a dictar cátedra, ni crear polémica sobre temas que, son fundamentalmente del resorte de los estudiosos de las teorías de Estado, mejor dicho, de los investigadores de la Ciencia Política. Esto es, apenas un pequeño atisbo sobre la política en nuestro Tolima.
Me gusta partir de Humberto Eco, el famoso semiólogo italiano de la Universidad de Bolonia que dice que las cosas se ven, dependiendo del lente a través del cual, se miren las cosas. Esa lentilla, es determinante. Mejor dicho, y según el refrán popular, el vaso se puede ver “medio lleno o, medio vacío”. Yo, particularmente y para el caso de la política regional, lo veo medio vacío. Se puede llegar a decir que, aquí “triunfó la democracia”. Cuál triunfo y de cuál Democracia?
El ejercicio “Democrático”, así entre comillas, del pasado 27 de octubre, de democrático, no tuvo nada. Fue un verdadero fiasco. Desde los antiguos griegos, se dice que en la Democracia, son las mayorías las que definen quién va a ser el ungido para que dirija los destinos de una comunidad y, maneje sus recursos, entre otras. Aquí en el Tolima se eligió al Alcalde de Ibagué con del más bajo respaldo de capital alguna de los Departamentos de nuestro país, el 21.8% de los participantes en esos comicios. Simplificando las cosas, de cinco ibaguereños que votaron, uno y un poquito más, votaron por el que ganó, el victorioso.
Se habló incluso, por parte enmermelados periodistas, de “tsunami” barretista, mejor dicho, la invasión generalizada, el terremoto, el control total, por parte de ese sector político del Partido Conservador. Así fue que lo quisieron hacer ver. Nada más desacertado. Si bien, esa fracción conservadora triunfó con cierta relatividad en Ibagué y algunos municipios del Departamento, la sumatoria de todos ellos, es poco más o menos similar a la de sus contendores. Por ejemplo, en El Espinal (Centro Democrático 12.704 votos con Juan Carlos Tamayo ) Chaparral (Independiente con “guiño” Liberal , 9.720 votos con Hugo Fernando Arce ) Purificación ( Cambio Radical , 8.064 votos con Cristian Barragán ) Líbano (Partido de la U, 6.248 votos con Jesús Antonio Giraldo) Flandes (Independiente, con “guiño” Liberal, 5.276 votos, con Giovanni Herrera) Honda (Cambio Radical, 4.302 votos, con Richard Fabián Cardozo ), todos ellos fueron vencedores y allí también había candidatos “barretistas”, unos de frente y otros de medio lado. La sumatoria de todos los municipios grandes que no se fueron con los barretistas del Partido Conservador, es un número nada despreciable. Luego, es un hecho innegable que, no hubo tal barrida electoral. Las estadísticas, así lo demuestran.
Adicionalmente a lo anterior, la “compra” generalizada de los votos, aunque no de la conciencia, dejaron un espectáculo grotesco en nuestro pequeño ejercicio democrático. No me cabe la menor duda que, el proxeneta electoral, mejor dicho, el que “induce” a otro a ejercer la prostitución electoral, para beneficiarse de ganancias económicas, lo único que hace es, acabar con la dignidad, tanto de él, como la del que se vende. Pero… en el Tolima no pasa nada, y las élites políticas saben que es así. Ese proxenetismo electoral, que, dicen que se vio el 27 de Octubre, en casi todos los municipios del Departamento. La compra de los votos fue francamente repugnante.
Pero, también hubo ejemplos del voto de opinión: el ejercicio de Rubén Darío Correa para la Alcaldía de Ibagué: 38.700 ibaguereños salieron a respaldar sus propuestas anticorrupción, a apoyar sus planteamientos contra “las fami-empresas políticas”, a solidarizarse con sus posiciones en favor de la creación de empleo, del agua para las gentes del sur, de la movilidad, del campesinado ibaguereño, etc. etc. El caso de Correa Carvajal fue el verdadero fenómeno político en las pasadas elecciones. Con escasos recursos, con un partido político desconocido (ADA ) y , con tres meses de verdadera actividad proselitista, logró que muchos electores de la capital del Tolima, se volcaran a respaldar sus tesis. Luego, no todo está perdido para los ibaguereños. El movimiento “Poder Ciudadano” de Rubén Darío Correa, va para largo.
Lo inexplicable, es que “los de la vocación de poder” en Tolima, léase politiqueros, no se dan cuenta que, hoy en día, la sociedad en general, está requiriendo a grito herido, urgentes cambios en el manejo de lo público. El desprestigio de toda, absolutamente toda la clase política, tanto la colombiana como la de los vecinos en general, se traduce diariamente en manifestaciones de todo tipo en nuestra convulsionada región. La crisis es de los politiqueros tanto de izquierda, como de derecha. Pero… aquí no pasa nada. El día que pase algo en el Tolima, ya sabemos , quienes son los primeros que ante las exacerbadas turbas, cogerán el avión y…. chao, “te veo Mateo”. Nos dejarán con el “chicharroncito” a los que nos quedamos. Los otros, a disfrutar en dólares de la “cleptocracia” que durante tantos años ejercieron….
Adendo: Mucha falta nos hace el espíritu democrático de Santiago Barreto en los Foros sobre el Tolima . El Dr. Santi, es la verdadera “Joya de la Corona” en ese Clan Familiar. El resto, son áulicos que dicen “babosadas”.
Comentarios