El fútbol: ¿cambios o evolución?

Columnista Invitado

El fútbol cambia en forma pendular y cíclica como la política. En este Mundial de Rusia se reinventaron estrategias y prácticas de juego descartando modelos agotados.

La diferencia entre cambios y evolución es más claro en la política. Argentina, Ecuador y México mutaron de ideología de un pestañazo, de izquierda a derecha y viceversa, aunque son cambios cosméticos y temporales. Un proceso evolutivo implica mayor profundidad en el tiempo y una mejora cultural. La democracia evolucionó con el “nunca más” a las dictaduras militares y el voto universal.

Este Mundial pareciera suscribir el acta de defunción para el toque y posesión de pelota que encarnó Pep Guardiola y antes el jogo bonito brasilero.

Los equipos ahora son más verticales y defensivos, equilibrados; con cambios de ritmo vertiginosos y jugadores más versátiles en todo el campo. Francia y Croacia -también Brasil pese a quedar fuera- encarnan esa especie de “fútbol total” que tampoco es nuevo ni revolucionario. Fue la marca registrada de Rimus Michel.

¿Se reinaugura así una época de fútbol más agresivo y eficiente al estilo madridista que opacará al paciente y vistoso estilo del Barza? ¡Habrá que esperar! Un Mundial es escueto, no todos los estilos se miden entre sí y la lotería de los penales sepulta o encumbra equipos que en campeonatos de largo aliento no tendrían chance.

Rusia ejemplifica el escenario. Y si la “furia roja” hubiera acertado un gol más, no se hablaría hoy del agotamiento del toque inteligente de pelota.

A diferencia de las mutaciones temporales, la evolución proviene de cambios estructurales. El fútbol progresó cuando se permitió a los arqueros usar las manos, se agregaron los mediocampistas para equilibrar el juego y se asentó a principios del siglo pasado la ley del offside todavía vigente.

La asistencia en video del referí, el VAR, inaugurada en Rusia está encaminada a generar un cambio profundo en el fútbol. Más allá de que es perfectible y que es impráctica para todos porque crea una brecha entre ligas profesionales y amateur.

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