Una oportunidad histórica

Columnista Invitado

La historia reciente de los últimos años en Ibagué se resume en varias frases: Juegos Nacionales fallidos, aportes a campañas para agradecer con contratos, promesas incumplidas de los políticos o simple ausencia de proyectos, en una ciudad a la que aún se le va el agua, desempleo disparado, fuga de talentos a Bogotá y, por todo lo anterior, un sentimiento de vergüenza y desesperanza, entre la ciudadanía, y mala imagen en el concierto nacional.

No podemos fallar como tolimenses este año. Ibagué tiene una oportunidad histórica de elegir a un alcalde que reúna las cualidades para transformarse en una verdadera Capital Musical de Colombia; una ciudad que saque de la pobreza a sus ciudadanos, genere empleos de calidad, garantice el acceso a educación gratuita en colegios y universidades y, sobre todo, cuente con un gobernante que por fin emprenda una gran cruzada contra la corrupción.

Para todo lo anterior, el próximo alcalde de Ibagué debe ser una persona incuestionable. Alguien que haya dedicado su vida a trabajar por mejorar la educación de nuestros jóvenes, que tenga experiencia en atraer empresas al Tolima para generar puestos de trabajo, con renombre nacional, para que le devuelva el orgullo a sus ciudadanos y, sobre todas las cosas, un alcalde que haya demostrado a lo largo de su vida que no se ha robado un peso.

Ibagué necesita un líder probado, que así como ha sido exitoso creando instituciones al servicio del país o impulsando organizaciones que promueven el desarrollo del Tolima, solucione de una vez por todas los problemas de agua que nadie más ha podido o convierta al Conservatorio del Tolima, el Panóptico de Ibagué y el propio MAT en un nodo de desarrollo de las industrias creativas. Una persona que no recorra los barrios de Ibagué solo porque está en campaña o aproveche los medios de comunicación para ese propósito, sino alguien que desde siempre le haya servido a sus ciudadanos.

Nuestra ciudad se encuentra ante la oportunidad de que el educador Leonidas López, fundador de la Universidad de Ibagué y exrector de la Universidad Minuto de Dios, asuma las riendas de la ciudad para los próximos cuatro años. No se trata solo de su preparación y trayectoria intachable, sino del enorme respaldo ciudadano con el que cuenta. Se trata de una persona que goza del cariño de la población más necesitada, del respeto de los líderes políticos y de la gratitud de la ciudadanía.

Merecemos un gobernante que nos una a todos, que acabe con la desconfianza entre el sector privado y la clase política, que respete a los medios de comunicación, sepa cómo gestionar recursos ante el Gobierno nacional sin robárselos y que garantice que ese progreso llegue a los barrios más pobres. ¿Yo quiero un alcalde de verdad, y usted?

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