El 9 de Abril y la violencia política

Columnista Invitado

El 9 de Abril de 2019, se cumplen 71 años del magnicidio del Caudillo del pueblo doctor Jorge Eliécer Gaitán: “Por la restauración moral de la república ¡A la carga!”.

La tesis de grado del doctor Gaitán como abogado de la Universidad Nacional de Colombia, “Historia de las ideas socialistas en Colombia”, aún siguen vigentes sus planteamientos como “Yo no soy un hombre, yo soy un pueblo”.

Con ocasión de los 71 años del vil asesinato del Caudillo del pueblo y que era el Jefe del Partido Liberal Colombiano, esa tarde del 9 de abril de 1948 comenzó para Colombia la etapa de la violencia.

No es necesario reiterar las dolencias y flagelos de las gentes ocasionados por la violencia política. Basta afirmar que el sur de Tolima, tuvo el período más largo de violencia de todo el país; las características brutales e irracionales que nos dejó el fenómeno violento en el Tolima fue destacado por muchos libros, ensayos y artículos periodísticos, no sólo en el país sino en el exterior.

La barbarie dirigida por los sectarismos políticos de la época dejó como saldo en nuestra tierra profundas huellas que hoy se expresan en la conducta cultural de nuestras gentes y la violación sistemática de los derechos humanos y fundamentales de la dignidad humana.

El doctor Jorge Uribe Márquez en su discurso en el Parque Nacional. Exclamó. “Jefe: envuelto en la clámide de tu sangre eximia hiciste el tránsito hacia la llanura sin límite de la inmortalidad. Tenías que caer así, roto el estuche de tu inteligencia y de tu corazón por la mano aleve del crimen, por la sorda conjuración de la barbarie, por el oscuro designio de la maldad humana: en holocausto de martirio, como los libertadores de los pueblos”. Y continúa “De Murillo Toro decía don Felipe Pérez: “Si hubiera tenido el poder de Dios, antes de decir, “hágase la luz”, habría dicho “hágase la libertad”.

De Gaitán podemos decir en esta etapa evolutiva del mundo: si hubiera tenido el poder de Dios, antes de decir: “hágase la luz”, habría dicho: “hágase la voluntad del pueblo”. Porque esa fue la batalla incensante y apasionada de Jorge Eliécer Gaitán: elaborar una nueva conciencia de verdad y de justicia para salvar al pueblo del peso abrumador de su miseria, levantar su nivel de vida moral y material al plano de la equidad, dentro del concepto de la democracia social y económica, apuntándolo en su dignidad”.

Hay que defender y apoyar el acuerdo de paz firmado en La Habana, para poder entrenarnos para vivir en paz y no dejarnos llevar por el resentimiento, necesitamos un renovado espíritu civilista que promueva el perdón y la reconciliación de víctimas y victimarios.

Tenemos que erradicar de una vez por todas la violencia que nos ha dejado hambre, muerte, desplazamiento, pobreza, tristeza y construir una sociedad nueva e igualitaria expresada en tolerancia, participación, inclusión y que esté conectada y adherida al desarrollo social, la justicia social y la satisfacción de las necesidades básicas insatisfechas de los seres humanos.

La Justicia Especial para la Paz es el organismo creado para la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición enmarcados en la justicia internacional y del Derecho Internacional Humanitario.

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