Con el fallo sobre las objeciones a la JEP proferido por la Corte Constitucional, y la determinación de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de abocar “el caso Santrich”, queda claro que el Congreso de la República, la Rama Jurisdiccional y el Presidente de la República cumplieron, según su entender, sus funciones y ejercieron su responsabilidad. Esta actuación, lejos de provocar desconcierto, debe dar confianza a la ciudadanía en relación con la preservación del equilibrio de poderes en el que se sustenta el Estado de Derecho.
Zapatero a tus zapatos es la sabia fórmula que nos recordaba por estos días un destacado empresario de la marroquinería, para justificar su decisión de no dejarse tentar por veleidades electorales. Este adagio popular cobra especial actualidad en momentos en los que el país pareciera atrapado en un remolino de temas que sin duda serán resueltos por las instancias que les corresponde.
Ojalá la CSJ tenga un pronunciamiento pronto y contundente respecto a la competencia y la conducta de Santrich, asunto que, se nos antoja, se ha inflado desproporcionadamente. El Centro Democrático está en su derecho de proponer, promover y tramitar las reformas constitucionales o legales que, a su juicio, sean necesarias. Es preciso que el Presidente se ocupe de la integración de la terna que permita elegir el Fiscal General de la Nación, asegurándose que esté conformada por personas de intachable trayectoria y eximias condiciones profesionales.
En ese orden de ideas, cuando estamos a poco menos de cinco meses para definir los nuevos mandatarios departamentales y municipales, convendría, de igual manera, que la ciudadanía se interesara en el futuro de sus localidades mediante un debate que conduzca a identificar fórmulas de solución, proyectos de desarrollo e iniciativas que redunden en el bienestar social. Más que la afluencia de candidatos se requiere la decantación de candidaturas que ofrezcan coherencia.
Pensar y trabajar por el progreso de las regiones es el llamado de la hora. En reciente visita a Bogotá el expresidente Obama, bien aconsejó a su auditorio: “si quieren cambiar el mundo o algo, empiecen ya”.
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