Licencia paga a mujeres víctimas de violencia

Columnista Invitado

Acaba de entrar en vigor en Nueva Zelanda la norma que otorga 10 días de licencia laboral pagada a las mujeres afectadas por violencias domésticas, sin tener que presentar ninguna documentación probatoria.

Esta ley fue votada en 2018 y ya lo había hecho Filipinas en 2004. Son normas que reconocen las graves consecuencias de la violencia hacia las mujeres. Una especialista en políticas contra la violencia de género de ONU Mujeres anota que “esa política puede contribuir y facilitar el ejercicio del derecho de las mujeres que sufrieron violencia doméstica en Nueva Zelanda a recibir apoyo, servicios sociales y protección para ellas y para sus hijos”.

Se entiende que una mujer que se enfrenta a situaciones de violencias en su propio hogar necesita tiempo y libertad para reaccionar, liberarse, reponerse y reorganizar su vida y la de sus hijos. Se sabe de larga data que estas violencias afectan la autoestima, autonomía y salud emocional de las mujeres. Merman su rendimiento laboral, las enferman física y emocionalmente, son responsables de depresión y de ausentismo laboral. Otorgar 10 días libres apoya los esfuerzos para salir del ciclo repetitivo en el que se encuentra inmersa una mujer afectada por violencias domésticas.

Ese lapso sirve para hacer las diligencias de ley, recibir apoyo legal y psicológico, eventualmente para mudarse o hacer efectivas las medidas de protección que debe alejar el agresor de su vida. Hacer las múltiples y necesarias diligencias requiere tiempo y flexibilidad de horarios, más aún si se debe cambiar de domicilio y, eventualmente, solicitar traslado. En Colombia, recorrer el laberinto de la ruta de atención quita mucho tiempo. Perder el trabajo, por falta de rendimiento o ausentismo, no ayuda.

Tampoco se debe idealizar como panacea una ley comprensiva que otorga mayor seguridad laboral y da mayores oportunidades para que mujeres víctimas abandonen relaciones abusivas.

El problema no queda totalmente resuelto así, sobre todo en Colombia donde el 53% de la población, y más entre las mujeres, no hay trabajo formal.

chlelievre@gmail.com

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