¡Sinvergüenzas!

Columnista Invitado

Dolor de patria, tristeza, desesperanza, rabia e impotencia es lo que sentimos los colombianos luego del hundimiento del estatuto anticorrupción. Son muchos los responsables de este hecho vergonzoso y reprochable. El Presidente del Senado, Ernesto Macías, no tuvo voluntad política para aprobar esta ley al engavetarlo más de 8 meses.

Las últimas semanas que eran cruciales para sacarlo adelante, lo programó en los últimos puntos del orden del día, pese a haber dado su palabra en varias ocasiones. Solo lo puso en el debate presionado por los medios y la ciudadanía; el miércoles 12 de junio levantó la sesión, porque los “honorables” senadores tenían cosas más importantes que hacer como ver la final del fútbol colombiano y el jueves 13 no citó a plenaria. Solo hasta el lunes se pudo debatir, cuando ya el tiempo jugaba en contra de la aprobación.

El Presidente de la Cámara, Carlos Chacón, recordado por haber sido parte de la comisión de conciliación de la fallida y vergonzosa reforma a la justicia del gobierno anterior, le dio la estocada final. Esto quiere decir que no es la primera vez que legisla beneficiando a los corruptos. El martes, pese a la insistencia de muchos, no quiso nombrar la comisión de conciliación.

El miércoles solo a las 3:45 designó al conciliador y levantó la sesión a las 5:00, hundiendo así el estatuto, a pesar de que faltaban 7 horas para que se terminara el día. No sería la primera vez que el Congreso sesiona hasta altas horas de la noche, claro está, cuando existe voluntad política. Prefirieron llegar a la rumba del partido liberal para el cierre de la legislatura, mientras que muchos llorábamos de impotencia.

Los senadores de los partidos tradicionales, Cambio Radical, Centro Democrático, Liberal, Conservador y de la U, también fueron protagonistas de esta debacle al dilatar su trámite con marrullerías, a pesar de que había un acuerdo entre bancadas, Gobierno y Fiscalía para votar positivamente. Tres de los que más trabas le pusieron al proyecto fueron Luis Fernando Velasco, Roy Barreras y Efraín Cepeda.

Los partidos de oposición tampoco hicieron lo suyo. Esperábamos que su indignación fuera como cuando pelean por la JEP o el body count; pero sus intervenciones en medios fueron espaciadas y su activismo fue parco, incluso en redes, donde son tan fuertes. Fuentes nos cuentan que, dado que el proyecto era iniciativa de la fiscalía de Martínez, votaron positivamente en silencio para evitar que el exfiscal ganara esta partida a costa de ellos. El Presidente se comprometió con esta lucha, pero no ejerce liderazgo con contundencia.

La Ministra del Interior pareciera, después de haber sido Presidenta del Congreso, desconocer la dinámica de las cámaras, además de no mostrar interés real por el Proyecto. En conclusión, muchos rechazan la corrupción de forma tajante, pero a la hora de tomar acción se escabullen. Y, ¿saben qué va a pasar? ¡Nada! Y lo más triste... los mismos de hoy serán los congresistas del mañana.

@cristinaplazasm

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