No podemos entender y mucho menos aceptar que el Gobierno nacional, con la plata de nuestros impuestos, se tenga que hacer cargo de las deudas de una empresa que sobornó hasta al gato, solo porque el socio es el propietario de algunos de los bancos que le prestaron dinero a un consorcio del cual era parte.
Ya una vez, en gobiernos anteriores, tocó salir en defensa del sector bancario con el argumento de que si éste se caía lo hacía sobre nosotros y para hacerlo se creó el famoso impuesto del 4x1000 que era transitorio; solo que en Colombia no hay nada más definitivo que las cosas transitorias.
En una economía frágil como la nuestra, los únicos que siempre van a la fija y nunca pierden son los bancos, pues ellos no les prestan sino a los ricos ya que los pobres no tienen como respaldarse, volviéndose una amenaza para sus intereses.
Cuando se mira cuáles son las empresas más rentables, los dos primeros puestos los ocupan la Banca y Ecopetrol; la segunda tiene el éxito asegurado pues nadie más explota el petróleo, mientras que la primera explota a todos aquellos que por una u otra razón tienen que acudir a ella.
Una muestra es la tasa de colocación del crédito, pues ellos cobran unos altísimos intereses por los dineros que reciben de los depositantes y por los cuales pagan una miseria cuando lo hacen, amén de que todo lo que hacen tiene un costo ya que ellos no dan puntada sin dedal y llegará el día que cobrarán hasta por pasar por su puerta, si es que nos dejamos, que dicho sea de paso será lo más probable.
Si en el caso de Odebretch el consorciado se unió a un corrupto e hizo un mal negocio, le toca obligatoriamente responder y no se ve, por parte alguna, una razón válida para que nos toque pagar a todos los colombianos, máxime cuando el afectado tiene la solvencia necesaria para sumir sus propios errores y responder por ellos.
De nuevo vamos a socializar las pérdidas mientras privatizamos las ganancias.
Bonito así!!
consultas@pilonietalvarez.com
Comentarios