Ser médico

Columnista Invitado

En esta ocasión, la columna queremos dedicarla con especial énfasis a nuestros médicos recién graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad del Tolima.

El verdadero sentido de ser médico es ser un hombre completo que sepa actuar en la Ciencia como un profesional de calidad e integridad, en la Vida como un ser humano dotado de buen corazón y elevados ideales, y en la Sociedad como un ciudadano honesto y eficaz.

El médico del nuevo milenio debe rescatar además dos valores adicionales como son la humildad y la ecuanimidad. La humildad es la característica de los sabios y de los verdaderos investigadores, es aquella que permite reconocer los errores y aprender de ellos, así como el ser discreto en la hora de los triunfos. La ecuanimidad, descrita magistralmente por William Osler, el padre de la medicina interna, cuando la comparó con la imperturbabilidad: “compostura y presencia de ánimo en toda clase de circunstancias, la calma frente a la borrasca, la claridad de juicio en momentos de mayor peligro, la inmutabilidad, la impasibilidad, o para expresar un viejo pero expresivo vocablo: flema, no perder la cabeza… ¿Qué es la paciencia sino, ecuanimidad que nos capacita para elevarnos sobre la vicisitudes de la existencia?”

La medicina como Ciencia y Arte considera al hombre como su razón de ser y hace al médico un verdadero defensor del enfermo por lo que se considera una profesión profundamente humanística y antropocéntrica. El humanismo se refiere a las relaciones con el paciente como ente social y abarca la atención en salud, el cuidado médico, la empatía, la compasión, las relaciones con la comunidad y con el ambiente y se constituye en la esencia bioética de la profesión, a la vez que es una condición esencial para el ejercicio de la misma.

Estas reflexiones se pueden complementar con apartes del Juramento Hipocrático moderno propiciado por Roger J. Bulger, expresidente de la asociación de Facultades de Medicina: “Trataré a mis pacientes como quiera que a mí me trataran; obtendré interconsultas o segundas opiniones cuando así lo deseen; los educaré para que participen, si así quieren, en toda decisión importante que a ellos incumba y, procuraré minimizar su sufrimiento si su enfermedad se volviere intratable, en la convicción de que alcanzar una muerte digna debe ser una meta importante en la vida de cada cual”.

“Dentro de mi profesión pondré todos los medios a mi alcance para mejorar la calidad de la Atención Médica y para fortalecer la Salud Pública. En mi condición de ciudadano trabajaré por la equidad en la salud para todos, sin dejar que otras consideraciones de carácter profesional o general interfieran con mi compromiso de proveer la mejor y más adecuada atención a cada uno de los seres bajo mi cuidado.”

Deseamos a los graduandos suerte y éxito a lo largo de su ejercicio profesional.

Md. Esp. Medicina Interna

Comentarios