El próximo domingo, Vanguardia- antes Vanguardia Liberal- cumple cien años de haber sido fundada por el abogado Alejandro Galvis Galvis (q.e.p.d.), oriundo del municipio de Curití. Desde muy joven comenzó a forjar su liderazgo en el periodismo y la política; fue Representante a la Cámara, Senador de la República, Gobernador de Santander, Ministro de Defensa Nacional y Embajador en México, Venezuela y España, en una compleja época marcada por un recio bipartidismo liberal-conservador que indujo a sus dirigentes a buscar los acuerdos del Frente Nacional para la convivencia pacífica en el país.
En las últimas décadas, bajo el liderazgo de la segunda y tercera generación, con Alejandro Galvis Ramírez y su hijo Alejandro Galvis Blanco, Vanguardia ha consolidado su liderazgo como el medio de información más importante en lo político, económico y social de la región, afrontando con éxito los desafíos las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones- TIC- y sus medios digitales como las poderosas redes sociales y la segmentación de la comunidad en grupos con intereses y tendencias diferentes, pendientes de información en temas múltiples, sobre política, regiones, economía, salud, educación, cultura, tecnología, justicia, deportes, emprendimiento, medioambiente, animales, etc.
En lo personal, solo tengo gratitud para Vanguardia, que con mucha generosidad informó sobre mi desempeño en las posiciones que ocupé durante muchos años en los sectores público y privado de la ciudad y del país. Además, por la oportunidad de escribir una columna de opinión, que la inicié contando mi experiencia en la famosa Cumbre de la Tierra sobre Medioambiente y Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas realizada en Río de Janeiro en 1992, a la cual asistí en representación del Senado de la República.
Nuevamente, para sus propietarios, directores, periodistas y demás empleados de Vanguardia, felicitaciones por las diez décadas de su existencia, un privilegio de muy pocos medios periodísticos del país.
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