Una semana para pensar el patrimonio en Ibagué

Columnista Invitado

El patrimonio es un tema poco trabajado por las instituciones, medios, universidades, empresarios y sociedad civil en la ciudad de Ibagué. En el marco del mes del patrimonio a nivel nacional, la secretaría de Cultura desde la coordinación de Bienes de Interés Cultural y Equipamientos Culturales, junto a la oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Ibagué, organizan la primera semana del patrimonio Inadvertido, para llamar la atención de los ibaguereños sobre un tema que pasa desapercibido pero que determina nuestra identidad y sentido como ciudad.

El patrimonio como memoria colectiva y más allá del concepto básico de conjunto de manifestaciones o bienes de interés, es la acción de pensar los sentimientos que generan los lugares, las edificaciones o construcciones que habitan la ciudad, pero, ¿somos realmente conscientes de su relación directa con nuestra historia, formas de vida, arraigo y honra del pasado que construyó nuestro presente?

El patrimonio está relacionado directamente con los procesos históricos que viven las ciudades y en este caso de Ibagué como ciudad que intenta buscar sus rastros en los distintos edificios que marcan épocas importantes de su constitución como una urbe. La falta de conocimiento sobre la historia y el patrimonio hace que la apropiación de los bienes inmuebles sea poca y que como un sin sentido las casas o lugares construidos en décadas pasadas y que muestran cómo fue Ibagué, sean derribadas para darle a paso a moles de cemento homogéneas que ya no permiten ver esa ciudad que fue y que ya no volverá.

El desinterés como consecuencia de la desinformación en la importancia del patrimonio, hace que este sea inadvertido para nuestros ojos, nos lleva a hacer el análisis de la pérdida de arquitectura de nuestro centro histórico sin que nos percatáramos siquiera. Como diría Frank Lloyd Wright: “La arquitectura es vida, o por lo menos es la vida misma tomando forma y por lo tanto es el documento más sincero de la vida tal como fue vivida siempre”.

Efectivamente es innegable decir que la arquitectura nos permite dar una lectura de las realidades que han acontecido, pero al ser el patrimonio arquitectónico un tema poco popular, no reconocido, olvidado, abandonado o nunca aprendido como la memoria que cuenta nuestro pasado, abordarlo para algunos, se convierte en un obstáculo para el “desarrollo”. De esta forma, en Ibagué se iniciaron malas prácticas hace varios años, que pasan por alto incluso la ley, depredando, arrasando, demoliendo o modificando parte importante de la conformación arquitectónica de los polígonos del centro histórico. Problemática latente y preocupante.

Este es un buen momento para que todos los involucrados en la arquitectura y planeación de la ciudad reflexionemos; es hora de amar nuestro territorio, respetando y armonizando con el pasado; darle paso así al futuro, a las nuevas formas arquitectónicas, pero aprendiendo y enseñando la historia, ¡conservando nuestro patrimonio!. Por eso te invitamos a la semana del Patrimonio Inadvertido: reconócelo, ámalo, protégelo.

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