La Estación del tren de Picaleña es de todos

Columnista Invitado

Como parte de los bienes patrimoniales declarados por la Nación, La Estación del tren de Picaleña, como usualmente es llamado este edificio, es uno de los más representativos. Y lo es, aunque ahora pocos lo ubican, porque estableció la entrada del progreso y las relaciones que la ciudad de Ibagué tuvo con el país, en una época determinada por el cambio y la desazón.

La mayoría de trenes en Colombia dejaron de circular en la década de los años 80, el que llegaba a Ibagué no fue la excepción y las estaciones que servían de paraderos para la gente, la carga o la entrada de personajes que traían otras costumbres y negocios, quedaron abandonadas sin un uso explícito, hasta cuando ciudadanos sin casa las empezaron a habitar al mejor estilo de edificios ocupados en ciudades como Barcelona, Buenos Aires o México.

Poner la lupa en un edificio de Estación del tren no es nada nuevo y mucho menos en un país con casi todo abandonado, sin embargo, hacerlo en Ibagué y en torno a la recuperación del patrimonio, sí es una novedad.

El proceso de recuperación de la Estación del tren de Picaleña inicia con el deseo de quienes quieren ver ese edificio nuevamente con vida. En esa medida, desde la Alcaldía se realizó un compromiso con Invías para liberar el espacio con el desalojo de la gente que vivía allí, de esa forma un equipo de la secretaría de Cultura junto a otras dependencias se acercó a la comunidad que habitaba en La Estación y en varios encuentros, charlas y trabajo social lograron que a través de la gestión se tuvieran subsidios de vivienda y ellos pudieran salir del lugar, en el cual muchos llevaban cerca de 20 años. Los desalojos no generaron traumatismo entre la comunidad, durante varias sesiones de trabajo, se pactó el cambio de morada de las personas y esto permitió avanzar en la recuperación del predio, para después realizar un diagnóstico y diseño de cómo quedaría la Estación del tren de Picaleña luego de intervenida. Colores vivos, lugares para el encuentro y la lectura, parques y una locomotora como posibilidad de apertura de un lugar de aprendizaje de la historia del transporte férreo en el país, es lo que se ha proyectado desde la Administración Municipal para este espacio.

Todo este esfuerzo ha sido producto de poner en escena una mirada sobre el patrimonio, de unir esfuerzos para producir un lugar abierto, que permita el goce y disfrute de todos. La Estación del tren de Picaleña se proyecta como un espacio para la construcción de lo público, del habitar y del desarrollo de tejido urbano, social y cultural del sector en el que la gente pueda caminar y recordar que allí algún día se vivió eso que nunca se olvidará.

Comentarios