Un formidable regalo para Ibague en su cumpleaños

Columnista Invitado

El próximo lunes 14 de Octubre, nuestra ciudad, fundada por el capitán español, Andrés López de Galarza, cumple 469 años. La ciudad que se engalana especialmente en agosto, con sus sin iguales ocobos, poco a poco ha dejado de ser el lugar apacible, calificado en otros tiempos, como el mejor vividero. La contaminación auditiva; la desesperante congestión vehicular; la falta de oportunidades; la precaria visión en materia de desarrollo; y la carencia de proyección en términos generales, hace que Ibagué cada vez más, se quede rezagada, con respecto a otras ciudades intermedias del entorno nacional.

Al final del día, el problema no es que existan los problemas; éstos en últimas son connaturales al desarrollo de la sociedad y hacen parte del paisaje. El problema es que nos estemos acostumbrando a vivir con ellos, y padezcamos de una repugnable resignación, que nos ataja e impide movilizarnos en búsqueda de las soluciones.

Pellizcarnos, es la única alternativa. Ser propositivos y ensayar soluciones es lo mínimo que podemos hacer, rompiendo ese statu quo, que le arrebata a los ciudadanos la posibilidad de vivir en una mejor ciudad.

Pero no son suficientes los extraordinarios diagnósticos y las ganas de querer hacer las cosas bien. Se requiere, el poder real de concretarlas. Dicho poder presupone la verificación de una serie de requisitos juntos, puestos en línea en un momento histórico determinado, dirigidos a resolver problemas actuales, y a predecir y anticiparse a los problemas futuros.

Esas condiciones las puede ofrecer un equipo, que al mejor estilo de la selección Colombia, esté integrado por lo mejor, de lo mejor. Jugadores de calidad y excelencia. Con todo y eso, ello sigue siendo insuficiente. Se necesita adicionalmente, un gran director técnico, que permita obtener el mejor desempeño de cada jugador, garantizando que cada uno de ellos, de lo mejor de sí, en función del propósito colectivo de hacer muchos goles, que es el equivalente, a resolver los problemas.

Talento y capacidad, de hombres y mujeres ibaguereños, para que se muevan en el campo de juego, sí que lo hay, y lo ha habido en nuestra ciudad. Lo que nos ha faltado, es ese gran director técnico, que logre articular y sincronizar a todos y cada uno de los jugadores. Un formidable regalo para Ibagué, en sus 469 años de fundación, podría ser dotarlo de un Alcalde con visión de lo que se debe hacer, y con capacidad demostrada, para hacerlo. Leonidas López, es el hombre. Elijámoslo, el próximo 27 de Octubre.

EXCONGRESISTA

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