Gobierno VS. Oposición

Columnista Invitado

Pese a que desde la expedición de la Constitución Política de 1991, quedó previsto, que correspondería al Congreso de la República, proferir el Estatuto de la Oposición; dicho cometido solo se cumplió, veintisiete años después con la Ley Estatutaria 1909 de Julio 9 de 2018, “por medio de la cual se adoptan el Estatuto de la Oposición Política y algunos derechos a las organizaciones políticas independientes”.

Resulta claro, que la democracia es un sistema donde los jugadores en contienda luchan por el poder. Quienes ganan, gobiernan; y quienes ven aplazados sus sueños, necesariamente deben continuar activos trabajando, si es que pretenden mantenerse como opción futura con vocación de triunfo. Y aunque la expresión “Oposición”, generalmente suele asemejarse a obstrucción, destrucción, ataque o palo en la rueda; dentro del marco de una sana y pura filosofía política, debe entenderse básicamente como “Control”, que no es un asunto menor. Y es que buena parte de las situaciones irregulares que han ocurrido en nuestra región, en los últimos tiempos, tienen que ver justamente, con la ausencia y carencia absoluta de control en todas sus facetas: disciplinario, fiscal, político, social, entre otros.

En este orden de ideas, resulta esperanzador, que quienes quedaron en segundo lugar en la carrera por la Gobernación del Tolima y por la Alcaldía de Ibagué, hayan optado por el derecho que les da el Estatuto de la Oposición de ocupar una curul en la Asamblea Departamental y en el Concejo Municipal. Ojalá que todos aquellos, que hicieron ejercicio de dicho derecho de “oposición” en los entes territoriales del Tolima y del país, dimensionen la enorme responsabilidad que les asiste, pues la ciudadanía espera, un debido y mesurado equilibrio a partir del cual ejerzan su nuevo rol, con criterio patriótico, constructivo y propositivo; guardando en todo caso distancia y prudente independencia con el gobierno de turno, a fin de que el control al que están llamados, jamás se desdibuje ni se ponga en entredicho. Si realmente quienes triunfaron, quieren hacer las cosas bien, no deben sentirse incómodos por tener un control adicional sobre su gestión, que esperemos que funcione.

Finalmente, y parafraseando a Don Miguel de Unamuno, es claro, que algunos vencieron pero no convencieron. Sin embargo, por el bienestar de todos los Tolimenses, lo menos que cualquier ciudadano puede esperar y desear, es a los gobernantes elegidos, les vaya muy bien, y esa debe ser una apuesta que nos debe unir a todos. Vale decir, sus aciertos o desaciertos, directa o indirectamente beneficiarán o perjudicarán a todos los habitantes del territorio.

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