Yezid Castaño González

Hugo Patarroyo Murillo

Me aprestaba a analizar un poco las cifras de cómo finalizó la imagen de nuestros Alcalde de Ibagué y, Gobernador del Tolima (Jaramillo: positiva 67%, negativa 31% - Barreto: positiva 45%, negativa 32%) según el Centro Nacional de Consultoría y el Noticiero CM& de Yamit Amat, cuando sobrevino la noticia del fallecimiento del exgobernador Yezid Castaño González.

Tuve el honor de conocer a Yezid Castaño hace muchos años…. tal vez, cuando brillaba en el panorama político nacional, lo fulgurante de los hombres-estrella del Tolima. Cuando nuestro departamento aparecía en las páginas web de la época, con estelares Ministros de Despacho como Palacio Rudas, Caicedo Espinosa, Mejía Caicedo, Santofimio Botero, Jaramillo Salazar, Merino Gordillo, Angulo Gómez.

Cuando ya se habían superado en parte, los conflictos partidistas de “los trapos rojo y azul” y, cuando la dirigencia de nuestro Departamento pensaba mucho más en el bienestar común que en enriquecerse los bolsillos, comprar votos y tratar de perpetuarse en el poder. Mejor dicho, cuando el Tolima era el Tolima y se hacía honor a los ancestros, a los descendientes del gran vástago purificense, Don Luis Dionisio Caicedo y Flórez.

Yezid Castaño fue uno de los gobernadores más jóvenes del Departamento. El presidente López Michelsen lo nombró en los años 1976-77 y realizó una destacada labor en procura de la ampliación de lo que hoy conocemos como “vías terciarias” en el Tolima. Castaño fue, entre otros, director de la Aeronáutica Civil, en cuya administración se consolidó el primer proyecto del aeropuerto Perales de Ibagué.

También ejerció como Secretario de Hacienda de Bogotá, en cuyo grupo más cercano de colaboradores contó con la asesoría de la joven politóloga Uniandina, la ibaguereña Juliana Márquez, madre del actual Presidente de la República, Iván Duque Márquez.

Para Castaño, el Tolima siempre fue lo suyo. Al economista de la Universidad del Rosario, gran gestor de la empresa privada en el Departamento, no le interesaba ni el color ni el grupo político al que pertenecieran el Gobernador o los Alcaldes.

Era lo de menos. Nada de sectarismos. Le colaboraba con ímpetu, al que le solicitaba su ayuda. Me parece verlo en una reunión que él coordinó con Luis Carlos Delgado Peñón en la oficina del expresidente Samper, buscando apoyo del Embajador Británico, para la restauración de la Casa Inglesa en Ambalema.

De igual forma, la música y el Conservatorio del Tolima fueron otras de sus pasiones…. hizo parte del Grupo de Apoyo que conformaron, entre otros, “Cayemo” Aragón, Darío de la Pava, Leonidas López, Juliana Márquez, Hernando Vegalara y Juan Mario Laserna. Al fallecer Laserna, entró a reemplazarlo en el Grupo, Juan Manuel Ramírez. Sus “Jueves Gastronómicos” lo convirtieron en un respetado “Cordon Bleu” de la alta cocina en Colombia…. fue Presidente de la Academia Colombiana de Gastronomía.

Tal vez, el libro más hermoso que se ha editado sobre las bellezas de nuestro Departamento se titula ”La grandeza del Tolima”, y se le debe en parte a Yezid Castaño, de cuyo Consejo Editorial hizo parte y que contó con la colaboración de Augusto Trujillo Muñoz y Guillermo Pérez Flórez, en la parte histórica. El exgobernador también soñaba con una Telemedicina diseminada por todas las escuelitas veredales conectadas a Internet.

En fin, la visión de Castaño para el Tolima superó cualquier expectativa. Nada que ver, con lo de hoy en día. Se nos fue uno de los grandes. Paz en su tumba.

Toda nuestra solidaridad con su señora Lucía Huertas, sus hijos Juliana y Daniel y su hermana Luz Ángela.

HUGO PATARROYO MURILLO

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