La prestigiosa revista estadounidense Time, seleccionó a la niña sueca Greta Thunberg como Personaje del Año por su liderazgo mundial en la lucha contra el cambio climático. 152 millones de toneladas de gases de efecto invernadero se emiten a la atmósfera diariamente- una gran amenaza para la civilización por sus consecuencias catastróficas.
Como se sabe, a mediados del año pasado todos los viernes Greta entraba en huelga por el clima frente al parlamento de Estocolmo. En pocos días, por sus emotivos discursos cuestionando a los líderes del mundo frente a su inactividad sobre el problema, condujo a movilizaciones masivas en numerosas ciudades del planeta en solidaridad con su causa ambiental.
Este año asistió como expositora al Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), evento al que asisten dirigentes políticos, empresariales y científicos del mundo; intervino además en las dos últimas Cumbres del Clima de la Naciones Unidas.
Por cierto, la realizada recientemente en Madrid-COP25- terminó sin decisiones significativas para frenar el aumento de la temperatura de la Tierra que implica el derretimiento de los polos, la acidificación de los océanos, los sucesos climáticos extremos de lluvias, sequías, incendios, con sus centenares de millones de migrantes, etc. Son efectos y consecuencias del uso inevitable de los combustibles fósiles, la deforestación, y el crecimiento lento del uso de energías renovables como la hídrica, la eólica, la solar, y el aumento de la población mundial.
Que siga Greta en su valiente y motivadora cruzada; que no le importen las burlas de los negacionistas como Donald Trump que retiró a su país del Acuerdo de París sobre el clima, y del incendiario de la Amazonía Jaír Bolsonaro, ni las estrategias saboteadoras de los mercaderes de la duda al servicio de poderosos grupos de interés, para que todo siga igual y no se evite la catástrofe climática que avanza. En los jóvenes líderes queda la esperanza.
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