Ataco: Pobretones sobre tapetes de oro

Hugo Patarroyo Murillo

A Ataco, todo le ha salido mal. Empezando por el nombre. La sureña población no se llama Ataco sino, San José de Ataco y fue fundada el 19 de marzo (Día de San José) de 1657 por el capitán don Diego de Ospina y Maldonado, en un sitio de las estribaciones de la cordillera Central, hoy llamado Balsillas y luego, fue trasladado al sitio que actualmente ocupa, por Alonso Díez de Fuenmayor. Todo ello, en busca del preciado metal.

Hace algunos años, unos “borrachos” del pueblo, y con el ánimo de crearle antecedentes históricos, se inventaron un “Bicentenario” y lo acompañaron con la fábula que, el poblado había sido fundado por el “Cacique Ata” y la “Princesa Ico” y que se llamaba era Ataico. Nada más falto a la verdad. Ni lo uno ni lo otro.

La economía del municipio que, anteriormente comprendía Planadas, Gaitania, Sur de Atá y, Bilbao, giró siempre en torno al cultivo del café y la ganadería. El municipio tuvo su bonanza cafetera de los años 50 y 60 y, el llamado “casco urbano” fue el centro de acopio de muchas de las actividades relacionadas con la economía del grano.

Había “billetico” para todos, hasta que, por desconocidas razones políticas, se crea el municipio de Planadas el 25 de noviembre de 1966, llevándose no solamente el sector más productivo del Municipio, sino también la génesis de las Farc que había creado “Tirofijo” en mayo de 1964, en el sitio denominado Marquetalia, de la Inspección de Gaitania, en la otrora inspección especial de Planadas.

Pero, con la escisión de Planadas, a los atacunos les dejaron una “piedra en el zapato” en la constitución de su municipio. No solamente los dejaron pobres, sino con problemas de vecindario. El único corregimiento de Ataco, Santiago Pérez, porción importante en su producción cafetera, fue liderado y direccionado por sus dirigentes, para que esa región atacuna, debiera erigirse como municipio. Ha calado tanto esta idea que, los de Santiago Pérez, no dicen que son atacunos (cuando en realidad sí lo son), sino “Perunos”.

En este “río revuelto” de tipo geopolítico, los que más han ganado, han sido los politiqueros tradicionales del Tolima, incluso promoviendo la discordia y azuzando a los diversos grupos para que se enfrenten por el manejo municipal. Y… como los que tienen “alguito” de medios económicos (-no mucho, pero, en casa de ciegos, el tuerto es rey-) son los de Pérez, pues, son casi siempre los vencedores en las contiendas por la Alcaldía municipal. Dicen que, les compran el votico a los pobretones atacunos y, lógicamente con el aval de “la mano siniestra” desde la capital del Tolima.

Encima de todo, la Administración municipal que acaba de culminar, no fue mala, sino “nefasta” para el casco urbano. Si no es por “la manito” que le da Óscar Barreto (pongámosle el nombre, porque barretos, ya hay muchos figurando en el Departamento) en obras, quién sabe qué hubiera pasado. A cada quién lo suyo pero… es que el compromiso del anterior Gobernador con los atacunos, era innegable.

Estadísticamente y comparando cifras anteriores, Ataco le dio la diferencia a Barreto sobre Mauricio Jaramillo para la Gobernación. Finalmente, el municipio “dorado” del Tolima, no tuvo Alcalde, sino una pésima Primera Dama… con todo lo que ello implica: sectarismo, desprecio por la gente, humillaciones, pedantería y muy seguramente, “una que otra cosita”, todo ello, con “la oreja gacha” de los “Jefes” en Ibagué.

HUGO PATARROYO MURILLO

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