¿La bicicleta de nuevo en la agenda pública?

Afortunadamente desperté para recordar que en octubre de 2019 el alcalde Andrés Hurtado, firmó el pacto por la movilidad sostenible, que con su firma se comprometió a dar continuidad a los proyectos exitosos en movilidad y que en su plan de desarrollo, aunque con metas muy conservadoras incluye la movilidad en bicicleta como una alternativa para consolidar una ciudad sostenible.

Ahora bien, ya que la bicicleta vuelve a estar en la agenda pública, es importante hacer algunas precisiones. En el 2018, Ibagué fue seleccionada para ser beneficiaria del programa Euroclima+ con la financiación de un sistema de bicicletas públicas de pedaleo asistido hasta por 500 mil euros, en febrero del 2019 después de algunos ajustes técnicos y financieros al proyecto, se firmó el acuerdo de donación por 380 mil euros, recursos no reembolsables que en el 2019 fueron desembolsados en su totalidad a Infibagué, entidad designada para la ejecución del proyecto.

Luego en el 2019, se contrató a la Fundación Ciudad Humana para que se encargara de estructurar los estudios y diseños del sistema, en diciembre este documento tenía un buen grado de avance, pero no quedó aprobado ya que no había conformidad por parte de la Mesa de la Movilidad Sostenible respecto a los productos entregados, incluyendo la ubicación de las estaciones.

Aquí es importante aclarar que ante los cooperantes, este proyecto tiene una estructura organizacional para la toma de decisiones y reporte de resultados en la cual la máxima instancia es la mesa de la movilidad Sostenible, esta mesa se encuentra reglamentada por decreto, es un órgano consultivo y eje articulador intersectorial, conformada principalmente por representantes de la alcaldía, la empresa privada, la Policía Metropolitana, iniciativas o colectivos locales con trayectoria en pro de la movilidad sostenible y representantes de la academia.

También es importante aclarar que este no es un proyecto que compra estaciones y bicicletas, ya que cuando lo diseñé incluí varios componentes con el propósito de facilitar su operación. Además de los ya mencionados estudios, el presupuesto incluye la financiación del plan de comunicaciones y marketing, la compra de software, seguros, permisos y carro para balanceo, la estrategia de seguimiento y monitoreo y por último un componente de divulgación y replicación, en el cual se incluyen una serie de eventos para informar a la comunidad interesada el estado de avance del proyecto, lo que sería muy pertinente por estos días.

Respecto a la ejecución del proyecto, salvo que se haya firmado una ampliación en tiempo, el sistema debería iniciar su fase de prueba a más tardar el 30 de julio de 2020, además la alcaldía de Ibagué deberá estar en la capacidad de garantizar los costos de operación de las 7 estaciones, incluyendo la de la plaza de Bolívar, que actualmente para entrar en funcionamiento solo requiere contratar un operario; la actual administración lleva 100 días de gestión, más de 400 contratos legalizados y la estación sigue inactiva.

Por otra parte, la Secretaría de Movilidad cuenta actualmente con 80 bicicletas más, que pueden ser entregadas en préstamo a profesionales de la salud como lo están haciendo Bogotá y Villavicencio o puestas al servicio de trabajadores de la construcción, que son usuarios habituales de este medio de transporte. Respecto a los protocolos de bioseguridad, en Medellín se tienen cerca de 1600 bicicletas en operación y están utilizando amonio cuaternario de 5ta generación para desinfectar las bicis, entre otras medidas de bioseguridad que pueden ser consultadas.

Por último, es de vital importancia que la Alcaldía reactive la Mesa de la Movilidad Sostenible. En Colombia actualmente existen 8 sistemas de bicicletas públicas funcionando, Medellín, Bucaramanga, Manizales, Villavicencio, Pereira, Montería, Cali y Bogotá, todas estas ciudades ante la recomendación de la OMS de utilizar la bicicleta como alternativa de trasporte, para evitar el posible contagio por Covid-19, están reactivando la fuerza laboral promoviendo y facilitando su uso, adaptando bici carriles y ciclovías y con esto descongestionando los sistemas de transporte público, Ibagué no puede ser la excepción. ¡Despertemos!