Corona - moda … el cambio inesperado

Columnista Invitado

La Moda como actividad económica y expresión cultural no es ajena a las macrotendencias que predominan el mundo, ni mucho menos a las coyunturas o circunstancias adversas que llegan sin previo aviso. Esta pandemia del Covid-19 nos ha confinado, nos hace volver a lo simple y a lo elemental, pero también nos ha puesto a repensar nuestro modelo de negocio y a identificar nuevas oportunidades en medio de la crisis.
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Oportunidades que nunca acaban para el mercado de la moda, pues aún en los momentos más atípicos de nuestra existencia, la moda siempre expresa el sentir del mundo y en cada acontecimiento surgen nuevas necesidades, expectativas y deseos del consumidor de moda.

Si algo tenemos seguro en el cosmos es el cambio, y es precisamente un cambio abrupto y disruptivo el que conlleva la pandemia desde el punto de vista económico y social. No obstante, las economías del mundo han sufrido sus efectos adversos y está perfectamente claro que el negocio de la moda ya no será el mismo y esto conlleva a un cambio de modelo, que deberá ser también disruptivo, desde la concepción del diseño, el desarrollo de producto, la fabricación y la comercialización de los productos del Sistema moda, todo deberá ser diferente, y los empresarios tendremos que reinventar nuestro modelo de negocio en cualquiera de los eslabones de la cadena de suministro de la moda en que nos encontremos.

Los tejidos inteligentes, las fibras recuperadas, las prendas funcionales que brindan protección y la sofisticación del diseño, serán atributos muy importantes a tener en cuenta en el desarrollo de productos, pero también la responsabilidad humana en la fabricación de las prendas con el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad y los planes de saneamiento, harán parte del entorno de seguridad que deberán aplicar disciplinadamente las unidades productivas.

Capítulo especial merece la comercialización de productos del sistema moda, principalmente las prendas de vestir y de calzar, pues difícilmente se volverán a ver las tiendas atiborradas de consumidores cazadescuentos y por el contrario se tendrá que mantener el distanciamiento social y las normas de desinfección adecuada, ya que a manera de ejemplo podemos afirmar que ningún consumidor querrá probarse una prenda que otro ya lo hizo sin que esté desinfectada.

En este contexto se incrementará vertiginosamente el e-comerce con todas sus herramientas virtuales, desde las ventas por redes sociales hasta los portales de venta más sofisticados e incluso las plataformas sectoriales con ofertas colectivas para el mercadeo al por mayor y las dotaciones corporativas. Ahí será muy importante el apoyo del Gobierno y las instituciones para auspiciar la creación de dichas plataformas y la realización de eventos de mercado, como las ruedas de negocios y las ferias virtuales.

JULIO CÉSAR MENDOZA O.

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