Notas eclesiásticas

Columnista Invitado

En la época de la colonia y hasta el siglo antepasado la iglesia del Tolima estuvo gobernada por la arquidiócesis de Santa fe de Bogotá. El Pontífice León XIII creó la Diócesis de Garzón e Ibagué el 20 de mayo de 1900.
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Monseñor Esteban Rojas fue su Administrador Apostólico hasta el año de 1903. Monseñor Ismael Perdomo fue el primer obispo de Ibagué. Fue recordado por la Caridad que tenía con los más necesitados. Se preocupó por el bienestar de los obreros.

Luego rigió el destino de la Diócesis Monseñor Pedro María Rodríguez Andrade. Fue un gran devoto de la virgen del Carmen de Apicalá, benefactor de la iglesia Catedral y defensor acérrimo de los principios católicos.

Le sucedieron Prelados como Arturo Duque Villegas y Rubén Isaza Restrepo. Este último llevó un mensaje de paz al Tolima con sus misiones de evangelización. Cuando gobernaba Monseñor José Joaquín Flores Hernández se elevó la Diócesis de Ibagué a la categoría de Arquidiócesis con la Bula Pontificia firmada el 14 de diciembre de 1974. Era un impulsor de la reforma de la iglesia.

El arzobispo Juan Francisco Sarasti promovió el sistema integral de “La nueva evangelización” (Sine). Su sucesor Flavio Calle Zapata luchó por la defensa de los derechos humanos en todas sus diversas manifestaciones y cimentó una profunda fe católica.

Destacamos la admirable labor pastoral que desarrolló monseñor Miguel Fernando González Mariño como Administrador Apostólico de esta jurisdicción eclesiástica.

Llega a gobernar la Arquidiócesis de Ibagué Monseñor Orlando Roa Barbosa que era el Obispo del Espinal. Lo conocí cuando era párroco de Rovira y se preocupó por llevar el decreto de la creación de la Parroquia de Santa Gertrudis de Miraflores, nombre que tenía esa población en la época colonial. Desde entonces he admirado su labor evangélica y su profundo espíritu de servicio a las comunidades eclesiales que ha regentado.

El escudo que adoptó como Obispo Auxiliar de Ibagué tiene como lema “Para mí la vida es Cristo”. Es la esencia del pensamiento cristiano que siempre ha caracterizado a  Monseñor Roa Barbosa.

Tendremos un Arzobispo comprometido con la confraternidad entre los hombres, el trabajo pastoral en las parroquias, la ayuda sacerdotal y el permanente contacto con los feligreses.

Es un prelado que se ha ganado el aprecio de todos los habitantes de esta hermosa tierra tolimense rica en tradiciones religiosas y culturales.

PEDRO BERNARDINO SOSA RUBIO

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