Jaime Corredor Arjona In memoriam

Columnista Invitado

Tuve la fortuna de gozar de la amistad de Jaime Corredor Arjona desde hace un poco más de veinte años. Aunque compartíamos la ingeniería como formación básica, lo que nos acercó inicialmente fue el gusto común por la música clásica europea, en especial la ópera.
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Jaime fue, mientras su salud así se lo permitió, asiduo asistente a los conciertos de la Sala Alberto Castilla, esta pasión por la música lo llevó a fundar y presidir la Fundación Amigos del Conservatorio de Música del Tolima.

Compartimos, junto con otros de sus amigos (as), no pocas amenas veladas en su apartamento, disfrutando de su invaluable colección de música y de videos que inició hace varias décadas y que continuó actualizando con esmerado cuidado.

Esta disciplina y constancia fue un pilar de su vida que lo llevó a descollar en varias facetas. En el ejercicio propio de su profesión ocupó, entre otros, los siguientes cargos: calculista del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Secretario de Obras Públicas Departamentales, asesor del Gobernador del Tolima y gerente del Instituto de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué (Ibal) durante la alcaldía de Carmen Inés Cruz. En el ámbito privado fue fundador y gerente de la empresa Corredor Londoño y Ltda. y co-fundador, presidente y presidente honorario de la Sociedad Tolimense de Ingenieros. Jaime fue protagonista principal, a mediados de los años 50 del siglo pasado, de la transformación arquitectónica de Ibagué por los varios edificios, hoy emblemáticos, que construyó. Entre ellos, el de la Beneficencia, Corfitolima, el hotel Ambalá, el Círculo de Ibagué, la torre del Palacio de Justicia, las piscinas olímpicas y el Coliseo de la 42 (en mala hora demolidas y aún no reconstruidas), entre otras.

Pero también dejó una huella importante en proyectos de alto impacto social en la región. Fue co-fundador de la Asociación para el Desarrollo del Tolima (ADT), miembro de la junta directiva de Actuar Tolima, de Promesa y co-fundador del Club Rotario de Ibagué y de la Universidad de Ibagué.

El ámbito político tampoco fue ajeno a sus intereses, fue cofundador y presidente nacional del partido Social Demócrata Cristiano, concejal de Ibagué y candidato a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y al Senado de la República.

 Su importante paso por la academia quedó consignado en su participación en el Consejo de Fundadores y en el Consejo Superior de la Universidad de Ibagué, así como en la presidencia del Consejo Superior de la Universidad del Tolima. Veinte años atrás creó el programa de Ingeniería Civil en la Universidad de Ibagué y lo dirigió exitosamente hasta el 2008.

Lo recordaremos como un hombre íntegro, con una gran sensibilidad por lo social, pasión por la música clásica europea y por el especial afecto con que aconsejó y guió a cientos de jóvenes estudiantes de Ingeniería Civil. Su huella quedó registrada en la cuidadosa semblanza que escribió Camilo González para la serie: Tolimenses que dejan huella (volumen II) de la Universidad que Ibagué.

Adiós a un amigo.

ALFONSO REYES

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