Sueños y anhelos para el 2021

Columnista Invitado

Ha terminado el 2020, año nada agradable para los habitantes del planeta tierra por todo lo que representó el Covid-19: miedo, incertidumbre, cuarentenas, cierre de empresas, pérdida de puestos de trabajo, desempleo, hambre, inseguridad y hechos violentos.
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En medio de este drama se hace necesario extraer una enseñanza: “Valore y disfrute lo que tiene”, nadie tiene nada seguro en el futuro inmediato. No más nostalgia, es mejor dejar hasta aquí y aplicar el adagio de nuestros abuelos: el que se fue, se fue.

Se ha iniciado el 2021, punto de partida del renacer o lo que llaman ahora “la nueva normalidad”, la cual trae consigo nuevos estilos de vida, de trabajo, de hacer negocios, de convivencia, nuevas formas de relacionarnos. Todo ello soportado en una gran plataforma tecnológica, el internet. Es decir, hemos vuelto a nacer. Aquí vale soñar y desear, por ello hago público algunos de mis deseos y sueños en lo internacional, nacional y local para este año que acaba de iniciarse:

Primero que todo deseo que el 2021 traiga prosperidad y felicidad para todos y cada uno de los habitantes del globo terráqueo.

Sueño con la desaparición de la pobreza, el hambre, la inequidad, la injusticia y la corrupción del planeta tierra, en especial de nuestra amada Colombia.

Anhelo que haya una solución definitiva y segura para el virus que nos causó tantas situaciones difíciles, entre ellas la pérdida de seres queridos y grandes amigos, el incremento del desempleo, la pobreza y el hambre.

Aspiro a que, como colombianos, ejerzamos la ciudadanía y no permitamos que otros la ejerzan por nosotros, recordemos que somos responsables de lo que nos pasa por acción o por omisión.

Anhelo que prevalezca la libertad de pensar, argumentar y decidir libremente sin amenaza alguna y sin ser señalado. Recordemos que estamos en un país demócrata. Bienvenidos los grandes debates de ideas, eso sí con argumentos y evidencias ciertas y validadas, no más mentiras. No perdamos de vista que desde la diferencia se puede trabajar. Solo hay que respetar la opinión del otro.

Aspiro a que nuestros campesinos sean vistos y reconocidos como actores estratégicos de nuestra sociedad dado que son los que producen nuestra comida, que sus esfuerzos sean valorados a partir de pagarles un justo precio por sus productos, que se les dé el apoyo y recursos que con tanto bombo y platillo se anuncian por la televisión.

Deseo que los héroes que estuvieron y aún están al frente de la pandemia reciban honorarios y salarios justos y oportunos; que el sector salud sea dotado de los equipos necesarios y pertinentes que le permita prestar excelentes y oportunos servicios.

Anhelo que quienes ya tienen el derecho a la pensión de jubilación tomen la decisión de hacerlo, con ello le estarán dando la oportunidad a los jóvenes profesionales de vincularse al mercado laboral y en esa forma coadyuvar a disminuir el desempleo.

 

FELIX RAMON TRIANA GAITAN

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