El año nuevo

Columnista Invitado

Comienza un año nuevo cargado nuevamente de mucha incertidumbre. El tercer año de pandemia nos enfrenta a una nueva forma de vida en donde el tapabocas y la vacuna son parte de la vida diaria. En medio de esta realidad, el 2022 será un año de elecciones y consolidación de la recuperación económica. Estos dos hechos no estarán aislados y, por el contrario, su interacción seguramente afectará el balance del país al final del año.
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El 2021 cierra con una recuperación económica por encima de lo esperado, gracias a lo cual se logró recobrar lo perdido en el 2020 y avanzar un poco más. Los pronósticos señalan que en el 2022 el crecimiento podría estar entre un 4 % y 5 %, para luego regresar a la tasa histórica cercana al 3 % en 2023. Este desempeño abrirá nuevamente la necesidad de implementar las llamadas reformas estructurales, que se han propuesto desde hace varios años y que continúan postergándose. Hacerlas realidad dependerá de cómo terminen las elecciones y, en especial, el poder político con el que llegará el presidente electo a la Casa de Nariño.

Sería bueno que la discusión electoral incluya las propuestas sobre crecimiento económico. Conocer cuáles cambios impulsarán los distintos candidatos en caso de ser elegidos debería ser fundamental para que los electores tomen sus decisiones. No debe olvidarse que las reducciones en pobreza y desigualdad en las dos primeras décadas de este siglo fueron posibles, en gran parte, por el buen desempeño de la economía.

Seguramente la corrupción y la desigualdad dominarán gran parte de la discusión política, ya que son tópicos que predominan en la opinión pública y cuyas propuestas definirán el apoyo a un determinado candidato. Por ser tan cruciales, pueden surgir estrategias poco serias que prometen corregirlas fácilmente con opciones que suenan muy atractivas en el corto plazo, pero que en el largo plazo pueden terminar en una situación poco conveniente para todos.

El debate electoral actual se mueve mucho en las redes sociales, donde la presentación de propuestas tiende a ser superficial. El inmediatismo de las redes suele llevar a que los candidatos envíen mensajes frágiles para conectarse con sus seguidores. Más que ideas o propuestas, lo importante es lograr la popularidad, y los votos, que les permita conseguir una victoria. Seguramente continuaremos viendo la polarización porque al final esta estrategia mueve al electorado.

El actual aumento de casos positivos al Covid-19 y su impacto sobre la recuperación económica en el primer semestre influirán en los resultados de las elecciones y, a su vez, la campaña electoral tendrá sus efectos sobre el desempeño económico en el segundo semestre.

 

Jaime Bonet

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