Tiros al aire
Dos recientes situaciones han generado una especie de “mentirosa angustia” en el panorama jurídico del país. Por un lado, el hoy exsenador de la República, Gustavo Bolívar, renunció a su curul hace un par de días y salió del capitolio nacional pateando la puerta de salida, anunciando que al interior del Congreso existe una red de trata de mujeres que funciona a través de los contratos de prestación de servicios. Un secreto a voces, según dijo el escritor y político.