¿Nos seguimos quejando o actuamos?
Después de leer la columna del exfiscal Alfonso Gómez Méndez, publicada el pasado domingo 13 de febrero del año en curso en El Nuevo Día con el titular “La cantaleta anticorrupción”, me queda claro que el monstruo de siete cabezas como es la corrupción pulula no por falta de Leyes o Decretos, dado que según Gómez Méndez, Colombia tiene las Leyes y normas que le permiten sancionar ejemplarmente a quienes cometan delitos contra la administración pública como es el Código Penal de 1980 expedido por el presidente Misael Pastrana Borrero, el cual incluye un capítulo relativo a los delitos públicos; la Ley 190 de 1995 inspirada por el doctor Martínez Neira, Ministro de Justicia de Ernesto Samper, y el Estatuto Anticorrupción del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, que contiene eficaces instrumentos en el terreno penal y en materia de inhabilidades e incompatibilidades.