Desidia, ineficiencia e irresponsabilidad

Siento la obligación moral de escribir nuevamente sobre el regreso a clases de los niños; la razón es que la desidia y la ineficiencia de las autoridades sigue imperando. Como comenté en una columna anterior, luego de la presión de un sinnúmero de expertos y de sectores de la sociedad civil, muchos salieron a anunciar con bombos y platillos la apertura de un colegio, tratando de engañarnos; pero la realidad es que la situación sigue siendo la misma.

Realidad de las mujeres en una sociedad micromachista

Según la ONU Mujeres, en el mundo “una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental”; “3 de cada 4 mujeres y niñas identificadas en el mundo como víctimas de la trata son utilizadas para la explotación sexual”; “al menos 200 millones de mujeres y niñas se han visto sometidas en la actualidad a la mutilación genital y femenina”.

¡Feliz día Mujeres!

Que sea este día, uno especial para hablar de nosotras, de nuestros sueños, miedos, ambiciones, deseos y frustraciones. De aquello por lo que hemos luchado durante siglos - La libertad de pensar, de decidir, de hacer y de ser lo que nosotras decidamos- y de las luchas y espacios que aún nos quedan por ocupar, para ser ciudadanas plenas de derechos.

Gracias, abuelas

Hoy, me uno a la conmemoración del 8M, honrando y agradeciendo a las mujeres del pasado; de mi pasado familiar y mi pasado colectivo. A las mujeres que abrieron paso en el camino a la revolución más auténtica de nuestro tiempo: el feminismo.

Mujeres XXI: privilegio, reto y dilema

Ser mujer en el siglo XXI es un privilegio, un reto y un dilema. Para empezar, somos “privilegiadas” porque disfrutamos la conquista de derechos que años atrás eran inimaginables para nuestro género. Gracias a la lucha de mujeres en nuestro país como María Cano, Ofelia Uribe o Betsabé Espinal, podemos votar, participar en política, acceder a educación básica, media y superior; disponer de nuestros bienes, contraer deudas, comparecer por nosotras mismas ante la justicia, y gozar derechos laborales, entre otros.

Teoría y práctica: Dos caminos diferentes

La vida da sorpresas. Hoy he sido confrontado por quienes fueron mis alumnos en la universidad con relación a la aplicación de la teoría organizacional en la vida de las empresas. Así que empezaré por decir, que siempre he sostenido que las organizaciones, ante todo, son talento humano con disposición de trabajar; por ello debe seleccionarse técnicamente, inducirlo, capacitarlo, entrenarlo, evaluarlo y motivarlo con el objetivo de afinar su identidad, su sentido de pertenencia y lealtad con la organización, para lograr así su máximo rendimiento.

Diana, o la desdicha de ser migrante y mujer


Todos los días, en el último semáforo antes de llegar a mi casa veo a Diana*. A veces, sola; a veces, con sus hijos, de 2 y 5 años, o una amiga. Diana es venezolana, tiene 23 años, y llegó a Ibagué hace unos meses, huyendo a pie del hambre, la inseguridad, la violencia, las amenazas y la escasez de servicios básicos en su país, solamente para encontrarlos de nuevo en el nuestro.

Qué vergüenza tan maluca

En Colombia, se inició el esperado proceso de vacunación, es al menos una esperanza; quiero pensar positivamente (estilo vaso medio lleno), para que mi salud mental no se altere, porque las mentiras, desengaños y desesperanzas en una espiral infinita, que hemos soportado los últimos años, junto con una tragedia nacional por cuenta de la pandemia, a cualquier ser pensante lo chifla.

Volver a vivir con (y de) mi familia me ha hecho más feminista


Desde hace un año no trabajo, y esta circunstancia me ha enseñado, entre muchas otras cosas, que el valor personal no puede estar ligado a un diploma o una posición laboral. Yo soy una mujer ‘millenial’, con 2 títulos universitarios, experiencias en el sector público y educativo, conozco un par de idiomas y etcétera, pero el reconocimiento pleno de mi humanidad no depende de ninguna de estas características. Puede parecer obvio, pero a continuación expongo por qué en muchas mentes y hogares aún no lo es.

La paz de Petro y sus secuaces

He venido analizando las declaraciones en redes sociales del senador Gustavo Petro, miembros de la Colombia Humana y sus seguidores; y cada día me sorprende más el odio que emanan, especialmente cuando se autoproclaman amantes de la paz.