Mujeres XXI: privilegio, reto y dilema

Ser mujer en el siglo XXI es un privilegio, un reto y un dilema. Para empezar, somos “privilegiadas” porque disfrutamos la conquista de derechos que años atrás eran inimaginables para nuestro género. Gracias a la lucha de mujeres en nuestro país como María Cano, Ofelia Uribe o Betsabé Espinal, podemos votar, participar en política, acceder a educación básica, media y superior; disponer de nuestros bienes, contraer deudas, comparecer por nosotras mismas ante la justicia, y gozar derechos laborales, entre otros.

Teoría y práctica: Dos caminos diferentes

La vida da sorpresas. Hoy he sido confrontado por quienes fueron mis alumnos en la universidad con relación a la aplicación de la teoría organizacional en la vida de las empresas. Así que empezaré por decir, que siempre he sostenido que las organizaciones, ante todo, son talento humano con disposición de trabajar; por ello debe seleccionarse técnicamente, inducirlo, capacitarlo, entrenarlo, evaluarlo y motivarlo con el objetivo de afinar su identidad, su sentido de pertenencia y lealtad con la organización, para lograr así su máximo rendimiento.

Diana, o la desdicha de ser migrante y mujer


Todos los días, en el último semáforo antes de llegar a mi casa veo a Diana*. A veces, sola; a veces, con sus hijos, de 2 y 5 años, o una amiga. Diana es venezolana, tiene 23 años, y llegó a Ibagué hace unos meses, huyendo a pie del hambre, la inseguridad, la violencia, las amenazas y la escasez de servicios básicos en su país, solamente para encontrarlos de nuevo en el nuestro.

Qué vergüenza tan maluca

En Colombia, se inició el esperado proceso de vacunación, es al menos una esperanza; quiero pensar positivamente (estilo vaso medio lleno), para que mi salud mental no se altere, porque las mentiras, desengaños y desesperanzas en una espiral infinita, que hemos soportado los últimos años, junto con una tragedia nacional por cuenta de la pandemia, a cualquier ser pensante lo chifla.

Volver a vivir con (y de) mi familia me ha hecho más feminista


Desde hace un año no trabajo, y esta circunstancia me ha enseñado, entre muchas otras cosas, que el valor personal no puede estar ligado a un diploma o una posición laboral. Yo soy una mujer ‘millenial’, con 2 títulos universitarios, experiencias en el sector público y educativo, conozco un par de idiomas y etcétera, pero el reconocimiento pleno de mi humanidad no depende de ninguna de estas características. Puede parecer obvio, pero a continuación expongo por qué en muchas mentes y hogares aún no lo es.

La paz de Petro y sus secuaces

He venido analizando las declaraciones en redes sociales del senador Gustavo Petro, miembros de la Colombia Humana y sus seguidores; y cada día me sorprende más el odio que emanan, especialmente cuando se autoproclaman amantes de la paz.

Fraude a la Constitución

Una de las decisiones fundamentales de la Constituyente del 91, fue la relacionada con la independencia de la banca central. El artículo 371 de la Carta Política consagra la autonomía del Banco de la República y la ley 31 de 1992, orgánica del Banco, establece que éste se regirá exclusivamente por las normas contenidas en la Constitución y en la mencionada ley. En los casos no previstos en ellas, los actos del Banco, se regirán por las normas del derecho privado.

Una fecha entre la historia y el olvido

Hace treinta años, el 4 de febrero de 1991, se instaló en Bogotá la Asamblea Nacional Constituyente. Producto de una auténtica interpelación ciudadana, fue responsablemente encauzada por el movimiento estudiantil de la Séptima Papeleta. Tuvo dos antecedentes que quiero resaltar porque son, el uno, muy poco recordado y el otro, muy poco conocido.

La Calidad del Servicio, la sacrificada hoy

En el mundo empresarial es válida y pertinente la implementación de estrategias conducentes a mejorar la productividad y por ende la competitividad de las organizaciones. Con lo que no estoy de acuerdo es que en el afán de lograr lo anterior se sacrifique la calidad del servicio al usuario o cliente.

Ya no sé qué pensar…

No sólo la pandemia afecta nuestra cotidianidad, sino también las noticias que cada día ponen más en evidencia un país descuadernado, con una democracia de papel (no real), con una corrupción galopante y como si esto fuera poco, con serios problemas éticos. Quiero compartir algunas preocupaciones.