Monumentos y estatuas de Ibagué, una reflexión necesaria
Por estos días el país volvió a polarizarse, en esta ocasión por cuenta del derribamiento de la estatua de Belalcázar en el morro de Tulcán por parte de comuneros de los pueblos Misak, Nasa y Pijaos, estos, como el último reducto de las federaciones tribales que compartían características culturales y lingüísticas y mantenían relaciones sociales y económicas principalmente con los pueblos Coyaimas y Natagaimas a quienes los españoles denominaron simplemente Pijaos.