Fortaleciendo la cultura ciudadana

Comandante de la Metib

Inicialmente, brindo un saludo institucional a todos los ibaguereños y tolimenses, con beneplácito orgullo he recibido la responsabilidad de comandar la Policía Metropolitana de Ibagué, enfocando los esfuerzos hacia las estrategias y acciones diferenciales para contrarrestar los escenarios de afectación a la convivencia y seguridad de esta región, se continuará con las bases puestas por mi antecesor quien lideró un trabajo mancomunado con la administración municipal, evento que se pretende cimentar a través de resultados positivos en beneficio de la comunidad. Es así como la Policía nacional se viene preparando para afrontar el reto de dar aplicabilidad al Código Nacional de Policía y Convivencia (CNPC), máxime que el próximo 30 de enero iniciará su vigencia, destacando que una de las mayores preocupaciones está enfocada hacia los escenarios relacionados con la materialización de riñas que conllevan a lesiones personales y muertes en actos de intolerancia.

Por lo tanto, es necesario dar un vuelco al uso de la fuerza para conseguir un fin, donde un sujeto pretende dominar a alguien o imponer sus propósitos, traducido en actos de violencia física, verbal o psicológica y que debe ser controlado desde la casa, en el entorno familiar, donde los padres generan un ambiente de diálogo y conciliación que a la práctica facilita interactuar con los demás en cualquier escenario de conflicto; no obstante, y con el ánimo de avanzar en medidas que contrarresten algún acto negativo generado por la violencia, es necesario que la comunidad tenga en cuenta lo tipificado en el título 111 del Derecho de las personas a la seguridad y a la de sus bienes -capítulo I, Vida e integridad de las personas- artículo 27 del CNPC, que hace referencia a que reñir, incitar o incurrir en confrontaciones violentas que puedan derivar en agresiones físicas, lanzar objetos que puedan causar daño o sustancias peligrosas a personas, agredir físicamente a personas por cualquier medio y amenazar con causar un daño físico a personas, podrá verse inmerso en una multa, con la complejidad de convertirse en un delito de acuerdo con los hechos que se deriven posterior al acto de violencia. Aquí vale la pena hacer una pequeña digresión sobre los resultados conocidos frente a las lesiones personales en la capital de los tolimenses para final de 2016, donde el 92% fue materializado por escenarios de riñas, alcanzando aumento del 7% en comparación con el año anterior; cifra altamente preocupante, toda vez que los detonantes tienen una constante, siendo la intolerancia y las acciones que conllevan el abuso en el consumo de bebidas embriagantes, los principales impulsores y donde la situación de conflicto se resuelve con agresiones y actos de violencia.

Este tipo de comportamientos se debe denunciar, la colaboración e información oportuna de la comunidad es contundente para lograr el propósito del CNPC. Entre tanto, importante señalar que estas medidas siempre han existido, pero a diferencia de épocas anteriores, se fortalecerán sus controles, para ello, la comunidad debe permitir a la Policía nacional desarrollar el procedimiento policial y no ir en contravía de las normas, generando como en algunos barrios asonadas a los uniformados, toda vez que la relación de las personas y las autoridades de policía se basará en el respeto; las autoridades de policía merecen un trato acorde con su investidura y la autoridad que representan.

El irrespeto desde las personas a las autoridades de policía, conllevará la imposición de medidas correctivas. La agresión física a las autoridades de policía se considera un irrespeto grave a la autoridad, por lo cual es necesario recordar a la comunidad que es un deber de toda persona comportarse de manera favorable a la convivencia, evitar comportamientos contrarios, autorregulando el ejercicio de los derechos y libertades, sin llegar a transgredir a los demás. Para una mejor convivencia se trabajará en equipo.

Comandante Policía Metropolitana de Ibagué

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