Estereotipos de la tercera edad

Comandante de la Metib

En algunos lugares del mundo llegar a la vejez es un símbolo de estatus, adquieren importancia para la comunidad por su conocimiento, experiencia, capacidad de dar consejo y autoridad; igualmente, están aquellas zonas del planeta donde éstos son considerados como indeseables, aduciendo que llegan a un periodo de baja productividad.

No obstante, llegar a la máxima edad que un ser humano puede vivir es ante todo un privilegio, por ello, conviene detenerse un momento a fin de reflexionar cómo está este escenario en la región. Es preocupante establecer una cifra que haga referencia a casos de abandono por parte de los hijos a los padres, descartando y/o justificando cualquier situación que motive tal acto de barbarie contra un ser humano; es así como se ha evidenciado por llamarlo de alguna manera, el modus operandi de los victimarios en este caso, siendo un ejemplo de ello, dejarlos a su suerte en una iglesia, hospital, parque o en un centro comercial.

Es tanto el sentido de desapego que algunos adultos han sido enviados en taxi hacia un hogar geriátrico, descubriendo el conductor que éstos llegaron a un destino sin regreso, siendo un 90% de los ancianos que se encuentran en estos sitios, abandonados, a pesar que cuentan con un allegado sin valor o sentido de cuidado o protección por la familia.

Aunado a ello, personas que deciden viajar al exterior, optan por dejar a sus padres en estos lugares, aduciendo situaciones adversas a una realidad o en su defecto el mismo longevo, busca este tipo de lugares para evitar la soledad, abandono y maltrato por parte de familiares que eventualmente ni conoce.

Entre tanto, se han evidenciado casos donde la persona al llegar a ese punto de adultez y hallarse solos, sin contar con el apoyo de familiares a pesar de tenerlos, sin capacidad económica que permita sostener sus necesidades básicas, llegan al extremo de quitarse la vida; otros escenarios están referenciados a la pérdida de su cordura y/o demencia senil, enfermedades que lamentablemente aparecen con los años y es ahí donde deben estar más protegidos, es el momento donde los hijos deben retribuir el esfuerzo para que ellos lograran su camino por la vida.

Al respecto conviene decir que son muchos los escritos, particularmente poemas que hacen referencia a la responsabilidad de padres e hijos en el desarrollo y unión de cada uno, entre éstos “no tengo tiempo” el cual relata el crecimiento de un niño con un padre muy ocupado; y “carta de un padre a su hijo” señalando las penurias que se viven al llegar al ser abuelo. Compréndase que todo ser humano está para cumplir el reto de llegar a su longevidad, pero lo ideal sería que lo hiciera en compañía de su familia.

Por otra parte, es alarmante observar por las calles a los abuelos solos realizando sus diligencias o asistir a una cita médica, y de ahí sale un interrogante, dónde están los hijos, sobrinos, nietos de esta persona?, es un llamado a la reflexión para que se inicie una fuerte campaña para la protección de los individuos considerados de la tercera edad o en su defecto que están en estado de vulnerabilidad, fortalecer los programas y campañas que eviten escenarios de riesgo (ejemplo, accidentes de tránsito donde son arrollados por no contar con la compañía de un familiar) a estos hombres y mujeres que han estado con nosotros por muchos años y merecen toda la atención y consideración.

En el entendido que las condiciones de vida para las personas de la tercera edad son especialmente difíciles, pues se pierde en algunos casos oportunidades de trabajo, actividad social, capacidad de socializar, se aplaude a todas las instituciones que vienen trabajando para proteger esta población, cuenten con el apoyo de la Policía nacional para el acompañamiento en todo tipo de programas que permitan salvaguardar la vida e integridad de todos los ibaguereños y tolimenses, particularmente nuestros ancianos.

DIOS Y PATRIA.

Comandante Metib

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