Dejando huellas de cultura ciudadana

Comandante de la Metib

La seguridad, es un concepto que exige integralidad; por ende, anexo al concurso de las autoridades político-administrativas, que se convierten en fuerzas vivas del estado, en sinergia con sus instituciones, como la Policía nacional, se requiere indispensablemente de un ambiente de convivencia armónica, generado por varios factores. Uno de ellos, es la cultura ciudadana, con ingredientes como el respeto al otro y solicitarlo, con la decencia propia de una persona civilizada, que atiende las normas de comportamiento exigidas por la comunidad y que acata las leyes dispuestas, para evitar el caos, la inequidad y el delito, como un lunar del desarrollo de la población colombiana. Este panorama exige que cada vez, se deba trabajar con mayor ahínco para generar espacios de cultura ciudadana en la población ibaguereña y en el Tolima, como un todo, en la conceptualización de seguridad humana.

Son pequeños lunares los que empañan la convivencia pacífica, como el simple hecho de transgredir la tranquilidad de los vecinos con música a volumen alto, arrojar basura al suelo aun existiendo depósitos para ello, parquear en lugares destinados para personas con capacidades restringidas; irrespetar filas (en bancos, cajeros automáticos, entidades de salud y otras que presentan alto flujo de usuarios); iniciar riñas por diferencias, llegando hasta el punto de causar lesiones mutuas e incluso la muerte, como clara muestra de intolerancia; utilizar bocinas de automotores generando contaminación auditiva en las vías; omitir la ayuda a adultos mayores cuando lo necesitan para situaciones como cruzar la calle; maltratar animales; invadir andenes con ventas callejeras o vehículos, y otro conglomerado de conductas, que con mayor frecuencia, deben ir siendo derogadas de nuestro entorno, para mejorar la seguridad ciudadana, desde las acciones individuales, que se dimensionen hasta el beneficio colectivo de toda la sociedad.

Es así, como el nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia, atendiendo la dinámica cambiante de la sociedad colombiana y los requerimientos de los ciudadanos de a pie, busca educar y prevenir, generando una sanción para cada persona que incurra en un comportamiento contrario a la convivencia, como los antes descritos. Pero la utopía de que esta norma, no sea más que un medio de policía para el recuerdo, podría cambiar si todos se ciñeran a las normas de convivencia y practicaran la cultura ciudadana, enseñándole a todo el núcleo familiar, creando un remolino de concientización, desde la niñez y la adolescencia.

Dejar a un lado la “Guerra del centavo” entre conductores de servicio público e incluso ambulancias, no más a las riñas por intolerancia, excluir la violencia en los núcleos de familia que conducen a formar futuros ciudadanos irrespetuosos de la ley y las normas de convivencia. Demos la bienvenida al dialogo como primer instrumento de conciliación, al actuar con tolerancia hacia el prójimo, con respeto por las opiniones y las actuaciones de los demás, pero sobre todo, al acatamiento de lo escrito en la constitución y la ley 1801 de 2016. La Policía Metropolitana de Ibagué continúa creando conciencia con campañas en diferentes niveles de la sociedad, para contribuir en la construcción de buenos ciudadanos que actúan con respeto en todo escenario, siendo la única ruta para dejar huella de cultura ciudadana.

Dios y Patria.

Comandante de la Metib

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