Al buen estilo de “Rápido y Furioso” se están evidenciando maniobras peligrosas que conductores de motocicleta de forma irresponsable vienen realizando en algunos sectores de Ibagué, pero lejos de ser una película de acción, éstos se convierten en un riesgo para la seguridad, máxime que se podrían presentar víctimas fatales en este tipo de arriesgados eventos, donde los controles hasta el momento desarrollados por la Policía Nacional, están dirigidos a evitar que se presenten muertes y heridos en hechos de estas características.
Aunado a ello, se nota con preocupación que algunas personas que participan en los denominados “piques” están bajo el efecto de bebidas embriagantes, generando un triste interrogante ¿será que estos motociclistas no tienen familia?, ¿será que no tienen conciencia o un mínimo de respeto por la vida? o ¿simplemente sus ansias de emociones fuertes, su quema de adrenalina les impide pensar y actuar de forma racional?
A lo anterior, se suma el comportamiento de algunos motociclistas que no entran en conciencia que el propósito del procedimiento de policía es evitar que se encuentre de frente con la muerte; sin embargo, arremeten con palabras de grueso calibre contra los uniformados e intentan agredir sin medir las consecuencias, permitiendo inferir que es otro síntoma de su pérdida de su razón.
Hay que entender que esto no se trata de una gran historia cinematográfica, esto es la realidad y una maniobra peligrosa con un velocípedo lo puede conducir a resultados catastróficos y no solo se hace referencia a la muerte, sino a quedar en un estado vegetativo como consecuencia de creerse el “meteoro” del momento.
Ahora bien, quién paga las consecuencias de estos actos, sencillamente la familia, los cuales quedarán con el dolor de ver el sufrimiento venidero de una desastrosa decisión. Señor motociclista, recuerde que el chasis de su vehículo es usted. Si bien es cierto, la invención de la motocicleta tuvo como objetivo ser un medio alternativo de transporte, algunos la vienen utilizando inadecuadamente y para eso existen sitios con pistas y motos especiales, obviamente personas dedicadas a ser pilotos profesionales de carreras en motocicleta con una preparación muy estricta para este tipo de deporte, más no en vías principales o tercerías de la ciudad, generado un alto riesgo de accidentalidad.
Si bien es cierto, la demanda para este tipo de vehículos aumenta el inventario de las que circulan por la ciudad en los últimos tiempos, su fácil adquisición facilita este fenómeno, más el riesgo no es que transiten por las vías de la región, pero sí la forma como la usen aquellos que la adquieren, siendo necesario reflexionar sobre la responsabilidad de los conductores al momento de utilizarla y verificar y entrar en conciencia si cuenta con la idoneidad para hacerlo, máxime que algunos piensan que es prender y arrancar, pero olvidan que parte de la pericia está articulada con el conocimiento de las normas de tránsito, entre ellas, el exceso de velocidad.
Importante destacar, la irresponsabilidad de aquellos que estarían organizando este tipo de eventos y que podrían muy seguramente aprovechar estos escenarios para lucrarse, en el entendido que debe existir un premio para el ganador en este tipo de carreras ilegales, siendo necesario que la comunidad, advierte y denuncie oportunamente a este tipo de personas que actúan de forma irresponsable, afectando la seguridad y sana convivencia de la región, la Policía Nacional estará atenta y continuará desarrollando los planes preventivos y de control donde se requiera para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y los motociclistas en general.
Comandante Metib
DIOS Y PATRIA
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