La violencia compulsiva afecta la seguridad

Comandante de la Metib

Comandante Metib

Con el propósito de construir de forma académica aspectos que estarían afectando la convivencia y seguridad de la sociedad, se pretende reflexionar sobre un escenario negativo que estaría marcando una preocupación colectiva en la comunidad, ello haciendo referencia a ‘La violencia compulsiva’ como catalizador de actos de tragedia e inseguridad en zona urbana y rural de las ciudades, tal como lo han evidenciado recientes casos de homicidio. En ese sentido, es necesario indicar que la violencia puede ser absoluta o compulsiva, destacando que la primera implicaría una acción de fuerza sobre una persona, como es golpearla, conducta muy marcada por las riñas que en la mayoría de los casos termina en lesiones personales. La segunda, está alineada a la intimidación, considerada como la amenaza de provocar un mal grave, destacando que en algunos casos puede ser tan peligroso que desaparezca la voluntad en una persona, provocándole un temor grave, como son aquellos delincuentes que causan intimidación en una comunidad.

Por otra parte, ninguna persona está exenta de verse inmerso en una situación donde experimente sentimientos de ira, destacando que este estado aniquila o bloquea la capacidad del ser humano de pensar ágil y objetivamente, impidiendo resolver problemas en momentos de crisis. Ejemplos básicos de ello, se evidencian a diario cuando por imprudencia e intolerancia conductores de vehículos y motos se enfrentan en vocabulario soez con pretensiones de causar daño el uno del otro; igualmente, al momento de hacer parte de una fila y algún “colado” enerva a los presentes; cuando una persona en estado de ebriedad no mide sus actos y crea inconformismos que pueden detonar un escenario de riña; igualmente, suele suceder en situaciones que a vista de una persona parece injustos, reaccionando de forma no adecuada motivada por la ira y materializando hechos graves, destacando la denominada “justicias por propias manos”. Prudente indicar que las personas con problemas de ira compulsiva suelen generar situaciones de violencia física, que trae consigo consecuencias negativas, máxime que en momentos de ira y violencia se produce la caída de la propia imagen, creando una reacción negativa en la sana convivencia o en su defecto verse inmerso en una investigación penal. Importante destacar que un ataque de ira es una conducta agresiva y violenta no premeditada y desproporcionada en relación ante cualquier provocación real o percibida y que puede conllevar a escenarios de violencia compulsiva; hace referencia a episodios breves donde una persona pierde el control de su propia conducta, produciéndole sensación de liberación, aunque luego va seguido de un sentimiento de profundo remordimiento.

Por lo anterior, se invita a ibaguereños y tolimenses iniciar este segundo semestre del año con actos diferenciales, permitiendo tener control de la ira y una opción sería alejarse de hechos que le cause ese estado de inconformismo o molestia, dicho coloquialmente “no cace pelea”; una vez que se esté apartado reflexionar sobre las causas que han llevado a esa situación y buscar una acertada decisión.

En esos momentos se necesita de un verdadero amigo que actúe como mediador y no como detonante, aún más, si están bajo efectos de bebidas embriagantes, ello evitará iniciar una riña que finalice con lesiones personales o la muerte de una de las partes. Actúe con moderación, tenga buen comportamiento ciudadano y use la inteligencia para resolver los conflictos. DIOS Y PATRIA.

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