El método político

Darío Ortiz

Desde hace ya más de cuarenta días en todo el país se han tomado medidas que restringen la circulación, la vida y el trabajo normal de los ciudadanos.
PUBLICIDAD

Amparados en buenas intenciones pusieron a las clases menos favorecidas a pasar hambre, mientras se destruyen millones de empleos y se golpea de manera inmisericorde a la pequeña y mediana industria. La epidemia todavía no ataca realmente a Colombia y mientras crece el malestar social ya hace agua el barco de la economía, haciendo temblar incluso a algunas de las empresas más grandes del país.

Desde el gobierno afirman que las decisiones que han producido este desorden son resultado de comités científicos y sabias asesorías. Pero como creo más en las matemáticas y en el método científico que en el método político, me permito dudar de las razones científicas que están produciendo este desastre. Ni esta, ni ninguna cuarentena es remedio de una epidemia y eso lo ha dejado muy claro la Organización Mundial de la Salud que incluso tuvo que salir a desmentir a los que afirmaban que ellos la habían ordenado.

La medida de cuarentena, cuya justificación real era detener un poco la propagación del virus mientras preparaban al debilitado sistema de salud, se impuso de carácter nacional cuando aún hoy sólo hay positivos en el 28% de los municipios del país; mientras en el otro 72% llevan guardando la asfixiante cuarentena innecesariamente y sus burgomaestres casi ruegan al presidente que no la levanten, presos de la histeria colectiva.

Pero el modelo matemático de la epidemia del Instituto Nacional de Salud, que además de políticos por fortuna tiene también científicos, muestra que no hay prácticamente diferencia entre el número de infectados, enfermos y fallecidos en los siguientes 300 días con o sin cuarentena. Esa realidad incómoda de los datos del INS, que cualquiera puede consultar, no son inventados, como tampoco los de otros centros que han concluido lo mismo. Si no hay modelo matemático que justifique hoy seguir todos en cuarentena, menos hay lógica científica en la otra cantidad de normas absurdas que han pretendido controlar las libertades ciudadanas en vez de gestionar la necesaria distancia social. ¿Qué científico podría demostrar que el Covid-19 ataca a los hombres en un día y a las mujeres en otro? ¿O que a los viejos los ataca de 9 a.m. a 7 p.m. y por eso no pueden salir a esa hora? ¿O que no ataca a los deportistas en las horas que los alcaldes quisieron dejarlos salir? ¿Acaso ataca más a las parejas que a los solteros y por eso nadie puede salir acompañado? ¿Dónde está la ciencia que demuestra que contagian más los aviones regionales que los transmilenios o los buses intermunicipales o los camiones que atraviesan Colombia? ¿Cuál es la inmunidad que tienen los obreros de la construcción que no tienen los obreros de la industria, para que unos sí puedan trabajar y otros no? ¿Acaso valen menos las vidas de unos que las de otros?

Pero si aquí realmente importaran las matemáticas o algún método científico, el fiscal no investigaría a una alcaldesa por una contravención donde hay 35 mil comparendos similares no investigados, o el contralor con su nuevo mega presupuesto y sus miles de empleados hubiera encontrado fácilmente los torcidos de los contratos recientes, o el procurador hubiera mostrado más resultados que vociferantes amenazas.

Pero al fiscal, al contralor, al procurador, al presidente, a los gobernadores y a los alcaldes les encanta es el método político; ese que usan para tratar de estar siempre en mejor posición y con el cual buscan que hasta una pandemia les sirva para aceitar sus maquinarias y mejorar su imagen. Persiguen el poder y no las soluciones. Prefieren mandar que liderar, y un minuto de televisión a una hora de reflexión.

DARÍO ORTIZ ROBLEDO

Comentarios