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El Museo, como sabrán los lectores, ha traído las exposiciones de arte más importante que se tengan noticia en la historia de la ciudad y es referente obligado de la cultura en todo el departamento. Sin embargo es invisible para la Administración municipal y sus secretarías de Cultura desde el año 2013, fecha del último convenio realizado con el municipio, aunque comparativamente mueva más público anual que la Sala del Conservatorio y haya movido en el 2008, año de la muestra de Botero más de 85 mil personas que es probablemente más público que el del Teatro Tolima y la Concha Acústica de ese año. Esta ceguera y falta de apoyo de la ciudad en donde el museo se encuentra, prácticamente le cuesta su cierre definitivo hace dos años y es poco probable que la institución pueda seguir existiendo si la Alcaldía no cambia esa paupérrima política cultural.
Aunque para los hoteles y las oficinas de turismo son claras las atracciones para visitar de la ciudad: La plaza de Bolívar, la Catedral, el Museo de Arte del Tolima, la Sala Castilla y el Panóptico; el Museo es invisible para la Alcaldía a la hora de plantear planes de cultura y repartir el presupuesto, pero lo ponen orgullosos en cuanta cartilla, mapa o plan hacen de la ciudad. Esta inexplicable ceguera municipal era comprensible, aunque no aceptable, en el triste conflicto entre Jaramillo y Barreto, pero ahora: ¿Cuál es la excusa para no apoyar el Museo?
La prestigiosa página Artfacts.net especializada en datos y ranking de instituciones y artistas del mundo entero, puede darnos una medida del Museo invisible. Para ellos entre 151 instituciones artísticas de Colombia, el Museo de Arte del Tolima ocupa el puesto 5 debajo de tres museos bogotanos y uno de Medellín, lo consideran la organización con mayor actividad y le tienen registradas 165 exposiciones donde han participado 800 artistas. Una cifra sorprendente si consideramos que el Museo Nacional de Colombia tiene solo 41 exposiciones registradas y menos de 200 artistas.
El MAT, por si la Alcaldía y sus empleados no lo saben, es una organización sin ánimo de lucro y sin presupuesto fijo, que administra en comodato un edificio de la Gobernación y su colección de arte, que no es ni el 10% de las obras del Museo. Las otras 540 son de colecciones privadas, que si Ibagué no las quiere tener y cuidar, junto a los eventos que traemos, bien pueden ofrecerse para su explotación y deleite a museos como la Casa de la Expedición Botánica de Mariquita, o algún museo de Honda u otras regiones del país que no tienen oportunidad de contar con un patrimonio similar. Hoy es el Alcalde y su Secretaría los que no ven el Museo, por esa ceguera intencional, mañana no lo verá nadie más.
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