Amar es liberarse del miedo

Clara de Zubiria de Meléndez

‘Amar es liberarse del miedo’ es el título de uno de los libros del médico psiquiatra psicoanalista Gerald Jampolsky, que comienza con la siguiente advertencia: “Enseñamos lo que queremos aprender y mi deseo es aprender a experimentar paz interior”. Esa paz interior es precisamente aquello que se nos va cuando estamos dominados por el miedo, recuperarla debería ser nuestro principal objetivo: “Que todo lo que haga me produzca paz”, es un lema que ayuda enormemente a discernir si lo que voy a hacer es lo correcto.

Es normal sentir miedo ante ciertas circunstancias que amenazan nuestra integridad física, pero hay otro tipo de miedos guardados en el inconsciente, que sin darnos cuenta manipulan nuestras acciones impidiéndonos hacer aquello que desarrolle nuestra propia grandeza. Los miedos son nubes oscuras que ocultan la sublime energía del amor que somos, e inhiben la claridad y sensatez necesarias para encontrar soluciones que la angustia nos impide ver aunque estén frente a nosotros.

Se dice que a lo único que hay que tener miedo es al miedo. El miedo nos hace desconfiar de todo, aún de nosotros mismos, nos hace sentir incapaces y nos aleja de nuestro poder interno, pues tergiversa y confunde la realidad que nos rodea.

¿Cómo deshacernos de esta nefasta influencia? Lo primero que hay que hacer es darnos cuenta de su presencia, reconocer y aceptar lo que bloquea eso que queremos ser o hacer y que no logramos concretar. ¿Cómo cumplir mis propósitos? ¿De qué manera llego a sentir auténtica paz, felicidad y a relacionarme armónicamente con los demás?

Sabemos que el miedo es opuesto al amor, entonces en la medida en que crezca el amor en nosotros, aumentará la confianza que va desalojando el miedo de manera natural y sin esfuerzo y que permite al amor, que es nuestra esencia, desplegar su poderosa fuerza.

Perdonarnos y perdonar es la llave de la felicidad, no presuponer, no juzgar, hace que nos vayamos liberando del miedo.

La oración y la meditación nos llevan a volver la mirada hacia dentro, reconocer nuestros impedimentos, y a reconectarnos con nuestra esencia, donde está la sabiduría superior que nos habita y que se expresa a través de la intuición.

La gratitud tiene el mismo efecto, el estar agradecidos por lo que somos hace que lo valoremos más y por lo tanto aumente nuestro amor propio. Se dice que “El miedo y la gratitud habitan en el mismo sitio, pero nunca podrán estar juntos. Ningún ser humano puede experimentar esos dos sentimientos al mismo tiempo”.

“Para liberarnos del miedo tenemos que estar dispuestos a despojarnos de nuestra nostalgia del pasado y de nuestra preocupación por el futuro, para vivir más plenamente el hoy. No es necesario que los demás cambien para que nosotros podamos experimentar paz”. Gerald Jampolsky.

Liberarnos del miedo es una decisión consciente, siempre tenemos la posibilidad de elegir qué actitud queremos tomar.

Comentarios