¡Como vamos, vamos mal!

Toda la plata que en Colombia ha sido, dizque es lo que se necesita o menesta, como solía decir el recordado profesor López de Mesa, p’arreglar las averiadas vías de esta desmirriada villa musical.

Es el acumulado de años y años de incuria administrativa, negligente actuar, despilfarro, depredaciones sin cuento y sucesivos asaltos al fisco, por una taifa de alcaldes que, gracias al patrocinio de nuestros H.P. (honorables parlamentarios) y a la sabiduría popular, han venido siendo elegidos uno detrás de otro, demostrando que el pueblo no “es superior a sus dirigentes” como solía tronar el negro Gaitán, sino igualitico y hasta “pior” cuando es posible.  

Una ciudad destrozada como “Bairut”, pero no por las bombas y los obuses sino por la incuria administrativa y la sobreoferta de buses, busetas y taxis que vacíos dan vueltas y vueltas acabando de acabar lo que queda de pavimento, bajo la complaciente mirada de las autoridades que se mueren del susto de limitarles su número y racionalizar su uso, porque “…van y se ponen bravos y no nos vuelven a “trastear” los electores en las campañas”.


¿Y que de aquello del arreglo de las vías?

Nada de nada, porque si acaso, -y eso que esculcando la faltriquera y rompiendo la alcancía-, apenas si podríamos reunir la diezmilésima parte de la cifra necesaria, o sea que necesitaríamos un “jurgo” de años para arreglar lo dañado hasta hoy, sin contar los nuevos daños.


Claro que lo mas grave es que "nadies dice, ni hace nada", todos miran impávidos o voltean la cara para otro lado como si no fuera con ellos y evitan encarar el problema.


Prefieren ignorar un asunto vital para el futuro de la ciudad, o séase de todos, y ni siquiera lo llevan a discutirlo al Concejo, porque ¿como p’a qué?


Claro que los gremios o sector privado que llaman, callan como pescaditos de acuario; Fenalco, la Andi, la ADT y la Cámara de Comercio inmóviles cual champiñones, mientras la administración municipal nos deja después de haber sido elegida como la mejor del país (?), con su diploma  bajo el brazo, sin siquiera ruborizarse.


El proyecto del “solo bus” se quedó engavetado; del de la valorización con fines de mejoramiento vial jamás se volvió a hablar; del trabajo compartido con la comunidad para la reparación de calles, menos: nadie lo piensa; la vía nacional que conduce a El Salado quedó pero a medias, el tráfico del país sigue circulando por el área urbana, las licencias a nuevos buses y taxis se siguen expidiendo, y mientras tanto hablamos y hablamos de nuestro futuro turístico, como si éste no estuviera totalmente imbricado con las acciones de conservación y desarrollo vial y con el de la movilidad urbana. ¡Y el panóptico ahí!


¿Que pensarían ustedes de una familia que se pone a pensar en invitar a todo el mundo a su casa y en organizar festejos, mientras sus baños no funcionan, su cocina se cae a pedazos, la nevera se dañó, los pisos de las habitaciones del inmueble son un solo hueco, no ha pagado las facturas de los servicios públicos, ni los vales de la tienda?


O que es irresponsable o que sus miembros están afectado de cretinismo, ¿cierto?; “o todos dos”, como dicen los “cuyabros” en la capital quindiana: porque “primero es lo primero mijo”, como lo intuye hasta el más despabilado de los mortales.

Credito
DON SEVERO

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