Lo que viene

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Es tiempo de reflexión y también de acción, pues si lo primero no está acompañado de lo segundo, muy seguramente estaremos perdiendo el tiempo y exponiéndonos simplemente a lo que trae el día, el mes o el año, sin que los acontecimientos sean el resultado de un conjunto ordenado de ideas, que acompañadas de unos objetivos indiquen con claridad cuál es la meta deseable y posible. El fin de año debe ser también el tiempo de un balance, para identificar con claridad si lo que logramos corresponde a lo verdaderamente esperado, a lo que deberíamos producir con nuestro potencial y con nuestros recursos, y también para develar lo que no se hizo, lo que deberíamos haber cumplido y no se cumplió y, de esta maner,a sumar y restar para saber si el resultado del balance es negativo o positivo. Nadie puede aspirar a hacer cosas grandes y significativas en su vida personal, en su actividad laboral o en la responsabilidad social, si no se fija objetivos claros y si no construye acciones concretas y medibles en el tiempo. Todos sabemos soñar, conceptualizar aspiraciones e imaginar escenarios ideales, pero lo que nos falta es el ingrediente de la planeación, para saber qué herramientas se requieren para alcanzar lo que se piensa y anhela, y cuáles son los tiempos para materializar esos ideales.

A veces los años pasan y seguimos pensando en lo mismo y aspirando a lo mismo, y muchas veces renegando porque nuestros sueños se van volviendo eternos, sin que puedan hacerse realidad. Casi siempre se enseña a construir aspiraciones, pero no a hacerlas posibles, a edificar las acciones que permitan que la construcción de los sueños vaya haciendo realidad el deseo.

Quien no hace balances no sabe de dónde viene ni para dónde va, y se limita a navegar sobre la corriente que aparece, que es precisamente la que muchas veces lo estrella, lo golpea y lo maltrata. Cuando se aprende a dominar las aguas y también los vientos, es posible llegar a puertos seguros que nos indican que la vida verdaderamente avanza. ¡Feliz año!

Credito
EDUARDO DURÁN

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