La urgente modernización del transporte

Eduardo Durán

Si no existen alternativas de transporte ágiles, modernas y multimodales, la economía colombiana continuará sufriendo enormes traumatismos y la competitividad seguirá siendo un sueño lejano.

Una entrevista dada por la presidenta de la Agencia Nacional de Minería, Silvana Habib, da cuenta de los enormes inconvenientes que está teniendo la producción nacional por carecer de instrumentos de transporte eficientes.

En el caso del carbón, a pesar de ser Colombia el mayor productor de América Latina, unas empresas han encontrado que resulta mucho más barato importarlo que comprarlo en el país.

Dentro de la tabla de costos, el 52% del precio final corresponde a fletes de transporte; el 17% a cargue y descargue y solo el 30% a los costos de extracción.

La doctora Habid se queja de que los proyectos de vías 4G fueron postergados o están retrasados; muchos de ellos han sido reducidos a una sola calzada, con tramos de adelantamiento, como en el caso de los del Oriente Colombiano; la Ruta del Sol 2 y 3 tienen demasiados problemas y en lo que se refiera al proyecto del ferrocarril entre La Dorada y Chiriguaná, todavía no se sabe si podrá mover carbón.

Y, para completar, el proyecto de movilización de carga por el río Magdalena todavía es incipiente y apenas está moviendo una tercera parte de lo esperado, pues las obras también han tenido muchos problemas para su ejecución.

El país tiene que moverse fuertemente en la dirección de acometer las obras ya proyectadas en materia de infraestructura, y al respecto tendrá que existir un enorme esfuerzo para canalizar recursos que aseguren su pronta ejecución.

La reducción de las especificaciones de algunas obras constituye una mala señal para el desarrollo de las regiones afectadas, pues si no se llegan a acometer tal como estaban proyectadas, eso quiere decir que sus planes de competitividad se podrán ver aplazados 20 o 30 años más.

Mientras Colombia no cuente con sistemas de transporte eficientes en materia de ferrocarril, río, oleoductos y también con autopistas de doble calzada, el desarrollo seguirá siendo un tema demasiado precario y lejos estaremos de poder cumplir con metas ambiciosas.

Fuera de eso es necesario aliviar nuestras carreteras del transporte pesado, pues al no poderlo hacer por otro medio, esos miles de camiones con enormes cargas, destruyen rápidamente nuestra incipiente malla vial.

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