En lo que tiene que ver directamente con los consumidores, los cambios fueron pocos, pero sustanciales. 

En primer lugar, se alivian las cargas para las personas que tienen ingresos mensuales inferiores a $12 millones, que es la inmensa mayoría, al bajarse la tasa efectiva de imporenta.  

Igualmente, a quienes devenguen hasta $3.7 millones no se les aplicará retefuente.  

Estos cambios mejorarán el ingreso disponible de la masa de asalariados, lo que podría estimular cierto tipo de compras aspiracionales como bienes de consumo masivo. 

Este alivio es también un estímulo a la imaginación de los banqueros para que diseñen novedosos y/o reencauchados mecanismos de ahorro. A los asalariados de “estrato Siete” se les suben las tasas de imporenta en forma apreciable, mediante el Impuesto Mínimo Alternativo Nacional (Iman), que limita las exenciones por ahorrar para compra de casa y para pensiones voluntarias. 

Un efecto muy importante de los cambios en el impuesto de renta es que puede mejorar la distribución del ingreso. En cuanto al IVA, se redujo la dispersión de las tarifas de 7 a 3: 0%, 5% y 16%), pero se creó para compensar una eventual reducción del recaudo, un impuesto al consumo con tres tasas (4, 8 y 16%). 

Los efectos de estos cambios son impredecibles. Dos puntos adicionales: se redujo del 33 al 10% la tarifa de ganancia ocasional y no se aprobó gravar las pensiones.

Nativos digitales: la nueva generación de niños

La forma en la que los niños ven el mundo dista mucho de cómo lo veían generaciones pasadas. Los carritos y las muñecas Barbies pasaron a segundo plano en la vida de los niños de esta generación para dar lugar a las tablet y otros aparatos electrónicos. 

Un cambio lógico, tomando en cuenta que los pequeños pertenecen a la generación de los ‘nativos digitales’. Según el sitio merca2.0, no son los primeros en haber crecido rodeados de estos dispositivos; sin embargo, sí comienzan a crecer en hogares donde el uso de tecnologías como videojuegos, tabletas y redes sociales son parte de la rutina diaria. 

En EE.UU., el 37% de niños menores de cinco años juega con smartphones, ipods y tabletas, y 22% ya utiliza las computadoras portátiles. El porcentaje va subiendo conforme la edad. Esto dista mucho de apenas unos años atrás, cuando los dispositivos electrónicos no se entregaban a casi ningún niño.