Los pájaros tirándole a las escopetas

Ricardo Ferro

En este país del sagrado corazón, pasan cosas que son como del mundo al revés. Los acusados acusan, aquellos que dedicaron sus vidas a sembrar terror ahora aspiran al Congreso y hasta a la Presidencia. Por eso no nos sorprendemos con algunos escándalos recientes muy sonados en los medios de comunicación.

Hay dichos populares como ‘tras de ladrón bufón’, ‘tras de cotudo con paperas’ o ‘los pájaros tirándole a las escopetas’ que son perfectamente aplicables a los recientes acontecimientos del país relacionados con acusaciones de corrupción.

Se está volviendo costumbre que, como maniobra defensiva, algunas de las personas vinculadas con procesos judiciales y escándalos, reaccionen con la estrategia del ataque como forma de distraer la atención sobre las acusaciones. Antes que defenderse con argumentos, muestran los dientes y atacan con un arsenal de palabras, muchas veces de grueso calibre.

Por eso no nos sorprende el escándalo que generó el senador Armando Benedetti con las acusaciones y ataques verbales contra su antiguo amigo el fiscal, Néstor Humberto Martínez, a quién trató de rufián y payaso, acusándolo además de manipular pruebas y testigos en su contra. Es curiosos que este ‘berrinche’ mediático de Benedetti coincidió con su vinculación a una lista de nombres conocida como ‘los buldócer’, un grupo de congresistas vinculados al escándalo de Odebretch.

No nos sorprende tampoco lo ocurrido recientemente en Ibagué con la vinculación de Mauricio Jaramillo, al descalabro de los Juegos Nacionales. Ante declaraciones que lo señalan de beneficiarse con recursos de los Juegos a través de la disposición final de tierras y escombros retirados de la Unidad Deportiva de la Calle 42, Jaramillo reaccionó como gallo de pelea. Claro que los flojos argumentos basados en sus derechos como empresario, harán que esta historia tenga varios rounds adicionales.

Otra reacción que no tiene que ver con un caso de corrupción, pero a la que se le puede aplicar el dicho “le salimos a deber” tiene que ver con la Administración municipal, que hace pocas semanas, ante la ola de inseguridad en el sector bancario, salió a echarle la culpa, según el burgomaestre, a los deficientes sistemas de seguridad de los bancos. Ahora resulta, según la administración, que si roban un banco, la culpa es del banco. Si señor, le salimos a deber.

Quien no tiene argumentos ni habla con la verdad recurre a los gritos y la agresividad para defenderse, por eso seguramente veremos en este país y en esta ciudad, muchos pájaros que seguirán tirándole a las escopetas.

Saque de Banda: A propósito de pájaros, escopetas y especies menores. Que liviana resultó la rectificación por parte de uno de los defensores de Jaramillo en el tema medioambiental. Al carecer de argumentos, prefirió optar por las conjeturas y suposiciones, pero con todo y eso, tuvo que aceptar que el suscrito no firmó ninguna licencia para la Colosa, y que además ni siquiera estaba en el Ministerio para esa fecha… ¡Touché!

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