La reelección de Maduro y el abrazo de oso

Ricardo Ferro

Nicolás Maduro ha sido reelegido como presidente de Venezuela hasta el 2025 en un proceso electoral desconocido por la oposición y por gran parte de la comunidad internacional.

Sería muy inocente considerar como posible, que en un país tan mal gobernado, el pueblo tenga la intención de reelegir a su presidente libremente.

Maduro, el responsable de una crisis económica sin precedentes en Venezuela, el mismo que hace unos meses lanzó con bombos y platillos la criptomoneda ‘Petro’, ahora resulta reelegido ‘democráticamente’ en un país donde los productos básicos de la canasta familiar pasaron a costar millones de bolívares de un momento a otro. Por ejemplo, lo mismo que ahora se paga por una libra de carne o un kilo de café, hace unos pocos años se pagaba por un electrodoméstico casero y hasta por un inmueble. Lo anterior por cuenta de una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional calcula para 2018 en un 13,864%. Sin embargo, analistas internacionales consideran que la cifra dada por el Fondo Monetario se quedó corta y la inflación en el presente años estará por encima del cien mil por ciento.

Es tan dramática la situación en Venezuela que una familia a la hora de hacer sus compras, debe elegir entre medicamentos o alimentos y descartar de plano la posibilidad de incluir otros artículos como ropa y calzado. Hasta la crema de dientes ha pasado a ser un artículo de lujo en un país donde el salario mínimo esta en dos millones y medio de bolívares, que equivalen a cerca de treinta y un dólares, es decir, menos de noventa y dos mil pesos colombianos.

Se sobreentiende que la entrada en circulación del nuevo bolívar que tendrá tres ceros menos no va a solucionar el problema de fondo, y Venezuela continuará con una inflación galopante.

Hoy en día en Colombia muchos hermanos del vecino país han tenido que traspasar la frontera huyéndole a la escasez de alimentos, la falta de medicamentos y la pérdida de poder adquisitivo.

Son precisamente esos hermanos venezolanos que se encuentran en nuestro país, los mismos que hoy se deben estar preguntando por qué hay quienes aun dudan entre las grandes similitudes que existen entre una Venezuela gobernada por Maduro y una Colombia gobernada por Petro.

Seguramente Maduro no abrazará a Petro en estos quince días que faltan para las elecciones de segunda vuelta, como tampoco lo harán otros personajes que tienen claro que ayudan más no haciendo público su apoyo, pero eso no significa que no vayan a estar ahí, con sus ideas y su largo equipaje.

Saque de banda: Hay ‘abrazos de oso’ y otros que simplemente ‘dan oso’.

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