Pertenecer a la bancada del Centro Democrático en el Congreso de la República es un reto y un honor.
La bancada se caracteriza por ser disciplinada, puntual y acumular el menor número de fallas en las sesiones. Adicionalmente en indicadores como proyectos de ley presentados, ponencias y debates citados, los congresistas del Centro Democrático pueden rendirle cuentas a sus electores con la tranquilidad del deber cumplido.
En el mismo sentido, cuando la bancada ha tenido que sentar posiciones, lo ha hecho con respeto, pero con firmeza, logrando, con base en el estudio juicioso de los temas, ser escuchado por otros partidos y por el mismo Gobierno.
Por eso no me cabe duda que el Centro Democrático le está demostrando a los colombianos que se puede ser partido de opinión siendo oposición y siendo Gobierno. Y ahí hay una gran enseñanza de cara a las elecciones regionales venideras, porque aquellos que pretendan elegirse ‘a lo Santos’ en el 2014, es decir ‘a punta de mermelada’ pueden ir separando un espacio en el pabellón de los quemados, porque cada vez son menos los ciudadanos que condicionan su voto a un puesto, una lechona o un tamal.
Acá el que piense que por tener mucho en los bolsillos, así no tenga nada en la cabeza, va a lograr conquistar los espacios políticos, que se vaya olvidando, porque con la plata se la quedarán los mercaderes de la política, personajes que se niegan a desaparecer, pero los votos brillarán por su ausencia en las urnas.
Ahora bien, he acompañado a los precandidatos a la Gobernación a los foros que se vienen realizando a lo largo y ancho del departamento. Que interesante ejercicio democrático.
Es reconfortante para quienes obtuvimos una curul en el congreso gracias al voto de opinión, ver el entusiasmo de la ciudadanía en estos foros, así como la forma en que se preparan los precandidatos y las conclusiones a las que se llega en cada jornada.
Estamos trabajando para que al final, cuando se elijan los próximos ediles, concejales, alcaldes, diputados y gobernador, el que gane sea el pueblo tolimense.
Así las cosas, acompañaremos candidatos que tengan calidades humanas y profesionales por encima de cualquier otra variable. Ya lo dijo el presidente Uribe en un discurso que dio para Cartagena y Chaparral desde la ‘Heroica’: “es mejor perder con un candidato de lujo, que ganar con la corrupción. Los triunfos de la corrupción son efímeros”.
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