Ley de punto final para nuestros campesinos

Ricardo Ferro

El año pasado en la Comisión Quinta de la Cámara participamos en un debate de control político al Ministro de Agricultura sobre la situación de los arroceros en nuestro país, este año. Hace un par de semanas aproximadamente en el debate de control político al mismo ministerio sobre la situación del café, en mi intervención reiteré el llamado que había hecho en el debate arrocero: ¡Urge una ley de punto final que les permita volver a ser sujetos de crédito a los agricultores del país!

Y es que no se trata de un tema menor, porque tan solo en el tema crediticio, estamos con cerca del 66% de los caficultores con dificultades para acceder a créditos, por cuenta precisamente de que están reportados, que tuvieron algún tipo de crisis económica en el pasado y no tienen la posibilidad de que una entidad financiera les pueda prestar. Hay que tener en cuenta que los cultivos transitorios tienen un resultado positivo sobre el rendimiento en un rango que va del 16.8% al 72.2%, mientras la probabilidad de caer en mora en el sector agrícola está entre un 3% y 7% dependiendo del tipo de crédito y el tiempo de pago. Por lo tanto no podemos seguir permitiendo que a nuestros campesinos les toque recurrir a prestamistas por fuera del sistema financiero, incluidos los temibles ‘gota a gota’.

La bancarización del sector rural genera varios temores, pero también brinda la posibilidad a nuestros campesinos de entrar a un mundo de nuevas oportunidades de negocio, como por ejemplo la política “coseche y venda a la fija” lanzada por MinAgricultura hace algunos días, en donde se invita a los bancos a financiar a pequeños productores, por medio de un contrato de suministros que establece formas para generar un precio. Esto es garantía para el productor y además, formaliza su vínculo con el comprador, logrando su inclusión financiera con garantías para facilitar el acceso al crédito de aquellos que antes no podían, eliminando la intermediación que los ponía en desventaja para tener ingresos.

¿Qué hacer con los que están reportados? La ley de punto final sería el complemento ideal, pues permitiría otorgar créditos a pequeños y medianos productores, y una vez el campesino se vincule al proceso se le debe garantizar que la deuda que está en mora no genere más intereses, así como que no se actualice su estado en las centrales de riesgo. Los que ya pagaron y que tienen por lo menos un año con el reporte negativo, podrían ser retirados de manera inmediata de estas centrales, pues ya han pagado la deuda y han tenido una sanción. De esta manera para tranquilidad del sector bancario no se indultaría de manera arbitraria y estaríamos generando una cultura de pago, salvaguardando que no suban las tasas, ni los requisitos para ser sujeto de crédito.

Representante a la Cámara

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